¿Qué pasa en vacaciones, peleamos más de lo habitual?
El verano es la época donde afloran más
los problemas entre la pareja, por diversas causas. Tanto es así que el 28% de
divorcios que se producen de media al año en España lo hacen en el último
trimestre, después de las vacaciones. Unos datos que no pueden pasar
desapercibidos, por lo que hay que estar alerta y saber por qué curiosamente en
estas fechas de esparcimiento pueden aflorar los problemas.
En verano disponemos de más tiempo para
compartir con nuestra pareja, algunas empresas reducen las jornadas laborales o
cambian la jornada partida por jornada intensiva.
También
es en esta época, cuando la mayoría de la gente coge las vacaciones por lo que
poseen una mayor disponibilidad. Precisamente esa disponibilidad de tiempo que
no poseemos el resto del año, puede afectar positiva o negativamente a la
relación de pareja.
¿El motivo principal? Sin duda el
exceso de tiempo libre con la pareja, que motiva que surjan roces o afloren
problemas encapsulados de antes y aún sin solución como la falta de
comunicación, que puede existir durante el resto del año.
La casa, los niños, el trabajo, el
coche, los quehaceres diarios, y un sin fin de cosas más, hacen que estemos
inmersos diariamente en un sin vivir en donde estamos corriendo de un lado para
el otro, no teniendo unos sencillos momentos de paz y relajación interior, para
poner en orden nuestras ideas, y saber qué puede o no puede estar funcionando en
nuestra relación. Con la
llegada del verano y las vacaciones, el estrés diario que nos tenía sumidos en
un vendaval de inquietud y ansiedad, se ha convertido en relax y relajación, de
tal forma que es ahora cuando sí prestamos atención a nuestro yo interior; o, lo
que es lo mismo, a nuestros problemas interiores.
RECOMENDACIONES
Para poder evitar esta situación,
podemos seguir unas sencillas pautas y así lograr que las vacaciones supongan un
disfrute, y no un tiempo de conflictos en la pareja.
Estas son algunas de las recomendaciones:
Estas son algunas de las recomendaciones:
- Es importante que las tareas se repartan de forma equitativa: tanto tareas con los hijos como tareas domésticas, para que no haya roces ni malentendidos.
- Es aconsejable organizar más o menos el tiempo libre entre los dos: qué actividades o excursiones queremos hacer, si se come fuera, si preferimos unas vacaciones de descanso…
- Si hay problemas en organizar el horario o cada uno quiere dedicar el tiempo a una cosa, intentar por todos los medios la compatibilización, porque los planes deben ser satisfactorios para ambas partes. Si en algún momento es imposible, no es malo decidir pasar un tiempo cada uno a su aire antes que hacer todos planes sin desearlos.
- Aprovechar si algo nos preocupa, o si tenemos algún problema o malentendido con la pareja, para hablarlo. En un momento tranquilo, de complicidad, se puede intentar solucionar aquello que hay pendiente. Siempre hablando, con tranquilidad y sin alzar el tono de voz. ¡Relájate!
- En el caso de las parejas con hijos, hay que dejar siempre una parcela de tiempo para hacer algo especial con la pareja, sin los hijos.
- Cuando el problema son los amigos o la familia política debemos intentar llegar a un acuerdo exponiendo con tranquilidad los motivos de la discordia, y una vez más, llegar a un acuerdo equitativo en el que ambas partes comprendan y cedan un poco.
En resumen, la clave de disfrutar en
vacaciones con nuestra pareja e intentar evitar esta tendencia hacia las
separaciones después de la época estival, dependerá mucho de nuestra actitud
hacia el otro y nuestra disposición a aprovechar este tiempo para algo
beneficioso (resolución de conflictos, diversión conjunta, descanso…) en lugar
de dejarnos llevar por viejas rencillas o problemas o por la desidia del
aburrimiento.
Disfrutad de las vacaciones!!
Disfrutad de las vacaciones!!
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