Despedimos una vez más el verano. Adiós, verano, adiós. Y nos disponemos, la mayoría, a reanudar las actividades cotidianas. A veces son tiempos de tristeza (síndrome postvacacional lo llaman algunos) porque dejamos atrás unos días lejos de obligaciones y compromisos laborales. Pero no necesariamente estas próximas fechas de reencuentro con lo cotidiano tienen que estar impregnadas de tristeza y melancolía.
Precisamente en estos últimos días del mes de Agosto nos acaba de dejar el cantante Peret. ¡Cuántos veranos en las últimas decadas los hemos disfrutado escuchando sus canciones pegadizas y alegres! Canciones que nos acompañarán el resto de nuestras vidas.
Detrás de la rumba catalana, de la cual Peret fue el creador, existe toda una actitud ante la vida. "Canta y sé feliz", que nos lo decía en una de sus canciones. Aquí os la dejamos, para que lo tengais en cuenta en los próximos días conforme vayáis reanudando vuestra vida cotidana. Con su muerte, Peret nos recuerda que cualquier momento es bueno para disfrutar de la vida, incluso en el de la muerte, con la que bromeaba en una de sus canciones: "No estaba muerto, que estaba de parranda". Quizás dejamos este verano con algunas lágrimas en la arena de la playa, pero reanudamos nuestra vida con alegría, como decía otra canción de Peret: "Es preferible reir que llorar".
Descanse en paz Peret y como él quería "el día que me muera no me traigáis flores, que me traigan hierbabuena, que alegra los corazones".
Feliz reencuentro con la realidad cotidiana, amigos/as. Hay vida después del verano. "Canta y sé feliz".
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