domingo, 4 de julio de 2021

Ambiente y Genotipo. ¿Somos como somos porque nacemos, o porque nos hacemos?

¿Somos como somos porque nacemos, o porque nos hacemos?.

¿La respuesta a esta pregunta seria? "¿ambas cosas?". Vamos a verlo:

¿Cómo se relacionan ambiente y genotipo?

Genotipo y ambiente, y sus correspondientes estimadores, no son entidades estancas y sin ningún tipo de relación entre ellas, más bien al contrario, acostumbran a interrelacionarse, y normalmente de forma imbricada, lo que dificulta la tarea de investigar estas relaciones. En general, ambiente y genotipo pueden correlacionar, o bien interactuar; ahora veremos de qué se trata en cada caso.

Ejemplos de la contribución del genotipo y del ambiente a diferentes características conductuales normales y trastornos psicopatológicos:


A representa la varianza genética aditiva. 
C representa la varianza ambiental compartida. 
E la varianza ambiental específica.



Fuente: adaptado de McGuffin, Riley, & Plomin, 2001.


Correlaciones genotipo-ambiente

La correlación entre genes y ambiente se refiere a que un individuo con un determinado genotipo tiende a desarrollarse en aquellos ambientes que sean propensos a favorecer la expresión de este genotipo.
Tradicionalmente, se ha propuesto una taxonomía con tres tipos de correlaciones diferentes:

a) Correlación pasiva: se refiere al hecho de que el ambiente donde se desarrolla un individuo favorece la expresión de su genotipo. Se denomina pasiva porque ni el comportamiento ni el genotipo del individuo determinan el ambiente donde éste se encuentra. Se da en casos en los que, por ejemplo, los padres aportan ambientes de crianza que correlacionan con los genes que han transmitido a los hijos.

b) Correlación activa: se refiere a la que se establece cuando es la propensión genética del individuo la que provoca que éste busque, y eventualmente seleccione, el ambiente o experiencias que más favorezcan la expresión de esta propensión genética.

c) Correlación evocativa (o reactiva): se refiere a aquella por la cual se establece una relación "evocada" entre los factores genéticos y los ambientales, en la cual es la propia expresión del genotipo la que provoca situaciones (reacciones) que favorecen la aparición.

Excepto alguna característica física (como el color de los ojos, fruto de genes dominantes), todo cuanto constituye y manifiesta al ser humano, tanto físico como psicológico es consecuencia de la interacción entre factores genéticos y ambientales.

Los estudios de hijos adoptivos permitieron observar que algunas de sus características eran mas compartidas con sus padres biológicos que con los adoptivos, que les habían criado y educado. Los estudios con gemelos monocigóticos genéticamente idénticos permitieron observar la mayor semejanza física y psicológica que los gemelos dicigóticos.

Dentro de la influencia del ambiente, el mayor impacto radica en el ambiente individual, mas que en el común.

En un estudio sobre la heredabilidad de la anorexia nerviosa realizado sobre una población de 31.406 gemelos (Bulik et al., 2006) se observó que alrededor del 56% de la varianza del trastorno es genética y el 44% es debido a la influencia ambiental. De este 44%, el 5% corresponde al ambiente común o compartidos de las parejas de gemelos y el 39% al ambiente único o individual.

Siempre que hablamos en términos de influencia ambiental hacemos hincapié en el sobresaliente papel del ambiente común: familia, estilos educativos, tipo de escuela, clase social, lugar de residencia, etc., pero en todos los estudios realizados, es el ambiente individual, la historia de experiencias no compartidas lo que resulta más influyente y determinante.

No podemos olvidar la epigénesis, que es un método de sintonización final por medio del cual cada ser humano se acopla de manera eficiente a su ambiente y dependiendo de este expresa una determinada codificación genética latente.

Genes y ambiente están en continua interacción. Ni los genes determinan totalmente el físico o el comportamiento, ni el entorno los puede moldear a placer relegando a los genes a un papel secundario. No son opuestos, son complementarios. La genética modelada por el ambiente es la responsable de la personalidad.

La respuesta a la pregunta ¿somos como somos porque nacemos, o porque nos hacemos? seria: 

La herencia genética nos predispone y es el ambiente, sobre todo el ambiente individual y las experiencias personales las que determinan nuestra personalidad.

Autor: Juan Carlos Navarro Marzo-Perpiñán. Psicólogo Sanitario.
Fuente: Bases genéticas de la conducta. Editorial UOC.