Llega el verano y nos apetecen otras cosas diferentes que en el invierno. Salimos más a la calle, practicamos otros deportes y a otras horas, disponemos de más tiempo para la lectura… sobre todo si estamos de vacaciones… Durante el invierno, el ajetreo, el cole de los niños, el trabajo, en definitiva, el feroz ritmo de vida que llevamos casi todos no nos deja tiempo para hacer muchas cosas que nos gustan y nos aportan bienestar. El verano puede ser una buena opción para ello…
Hoy no vamos a
hablar de los hábitos saludables típicos: protegerse del sol, cuidar la
alimentación, hidratarse, etc… Nos vamos a centrar en los hábitos que nos
provocarán sentirnos mejor emocionalmente hablando… Y si nos sentimos mejor en
el plano emocional, nos sentiremos mejor en lo que respecta a nuestra salud.
Primer hábito…
1.- Desconectar. Relajarse. No hacer nada.
Al principio cuesta, pero es muy agradable sentir la sensación de no
hacer nada. Permitir al cuerpo y la mente que se tomen un descanso. Literal.
Aunque sea durante unos minutos únicamente.
Mantener esta atención sobre el
momento presente (mindfullness) es meditar, con los efectos tan positivos que
tiene para nuestro cerebro y, en consecuencia, para nuestro
cuerpo.
Personalmente (y ya que vivimos en Alicante) me gusta hacerlo al
borde del mar. Tumbarme al borde del mar y durante unos minutos, con los ojos
cerrados, únicamente sentir y escuchar lo que tengo a mi alrededor: el calor del
sol sobre la piel (con protección, por favor), el sonido del agua llegando a la
orilla, la gente hablando, los niños jugando… Durante unos minutos tomo
consciencia de todo esto y me dejo llevar… Pasados unos minutos el cuerpo y la
mente están como nuevos. Probadlo porque es una sensación genial.
Además, lo
decía Hemingway: “Necesito un descanso saludable para poder hacer
mejor mi trabajo, mi salud es el mayor capital que tengo y debo administrarla
con inteligencia.” Desconectar nos permite recuperar la fuerza y la energía
que utilizamos en nuestro día a día profesional y familiar. Desconectar nos
permite equilibrar nuestra salud.
Segundo hábito…
2.- Cuidar la autoestima.
Los
hábitos saludables incluyen el cuidado de la autoestima, de la valoración que
uno tiene sobre si mismo.
Una forma de cuidar la autoestima es cambiar de
imagen, utilizar colores más vivos que nos provoquen mayor alegría y con los que
nos veamos más favorecidos.
Y otra forma de cuidar la autoestima es
aceptarnos como somos. El verano es un buen momento para no tener que demostrar
nada a nadie, para disfrutar siendo como eres realmente.
Y es que, una
autoestima equilibrada, como hemos comentado en alguna ocasión, provoca que lo
que entregas a los demás son cosas buenas. Y al entregar cosas buenas, también
se reciben cosas buenas. Y se comienza en una espiral positiva que te hace
sentir mejor contigo mismo y con los demás.
Comenzar el hábito de cuidar esa
autoestima durante el verano, nos reportará beneficios personales muy, muy
positivos.
Tercer hábito…
3.- Practica ejercicio.
Practicar
algún ejercicio o actividad que tonifique nuestro cuerpo nos hará alejarnos del
sedentarismo, causa de muchas enfermedades cardiovasculares.
Los días de
verano invitan a relajarse y a olvidarse del estrés, lo que no implica estar
todo el día sin hacer nada.
Déjate fluir y prueba aquel deporte que siempre
quisiste practicar… Senderismo, bicicleta, deportes acuáticos, caminar todos los
días…
El deporte hace que nuestro organismo segregue endorfinas, las hormonas
de la felicidad…
El verano es un buen momento para probar cosas que podamos
convertir en hábitos saludables durante el invierno también. Nuestro cuerpo y
nuestra mente nos lo agradecerán.
Cuarto hábito…
4.- Elige un nuevo reto.
Durante el
invierno, debido a nuestras múltiples ocupaciones, nos suele faltar tiempo para
hacer aquello que siempre quisimos hacer, escribir un libro, hacer un
viaje….
Los nuevos retos son excelentes para nuestro cerebro, ya que las
cosas nuevas son muy bien aceptadas por nuestras neuronas. De hecho, acometer
retos provoca que el nacimiento de neuronas en nuestro cerebro se produzca a
mayor velocidad. Por tanto, atrevernos a hacer aquello que siempre quisimos,
pero que nunca nos pusimos a ello, es una idea excelente para nuestro
cerebro.
El reto puede ser algo sencillo, no tienes por qué proponerte
escalar un 8.000… Jejeje… Quizá leer un libro que no tuviste tiempo durante el
invierno, o escribir algo que tienes en mente, o comenzar a practicar ese
deporte que llevas pensando tiempo, o aprender a relajarte y desconectar…
Si
tienes varios en la cabeza o no te sale ninguno ahora, coge un papel y un lápiz
y escribe aquello que nunca te atreviste a hacer por el motivo que sea. Si sale
una lista larga, escoge 3 cosas y ponlas en orden de prioridad respecto a lo que
deseas hacerlas. Empezar con lo primero te ayudará a habituarte a conseguir
retos, paso a paso, uno a uno…
Quinto hábito…
5.- Aprovechar el entorno que has elegido para pasar tu verano.
Un hábito muy potenciador es aprovechar al máximo
todo lo que te ofrece el entorno que has elegido para tus vacaciones.
Tanto
si sales fuera de tu entorno, como si te quedas en él aprovecha para hacer las
cosas que te ofrece el lugar que has elegido.
Si sales fuera de tu entorno lo
tienes más fácil porque la curiosidad te llevará a conocer lo máximo sobre el
entorno elegido.
Si te quedas en tu entorno, seguro que hay cosas que te
gustaría hacer en él y que durante el invierno no encuentras espacio para ello.
Exposiciones, paseos por el mar (en nuestro caso en Alicante), espectáculos… Los
ayuntamientos ofrecen actividades extras durante el verano para acoger a los
visitantes… Aprovecha y disfrútalas tú también…
Personalmente, en verano, me
suelo coger sólo unos días de vacaciones y la gente me pregunta si no necesito
más… Siempre contesto lo mismo… Hay gente que se gasta una pasta por alquilarse
un piso para las vacaciones en Alicante. Nosotros, que tenemos la inmensa suerte
de vivir aquí, aprovechemos lo que tenemos… Por mi parte, hay muchas tardes que
decido terminar a la hora de comer y tomarme una tarde de playa y después una
cena con amigos… Esto en Madrid no lo podía hacer y aquí sí… así que aprovecho
mi entorno para hacer cosas diferentes y para conocerlo de una manera
diferente.
Beneficios de los hábitos saludables…
Fundamentalmente tres:
- Nos sentimos mejor emocionalmente.
- Nos sentimos mejor físicamente.
- Nos sentimos mejor con los demás y provocamos que los demás se sientan mejor con nosotros.
( FUENTE: http://www. carolinahernandezcoaching.es/)
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