A veces somos los peores enemigos de nosotros mismos y ese enemigo se esconde en
la cueva de nuestra mente. Alguien dijo: "tener problemas es inevitable, ser
derrotados por ellos es opcional". Pero qué difícil resulta localizar a ese
enemigo que se esconde dentro de nosotros y nos consume como una termita que nos
va dejando vacíos por dentro, a merced del rencor o del resentimiento hacia el
mundo y hacia todo el que se nos acerque cuestionando nuestras más irracionales
ideas. Eso es lo que vamos a ver en la consulta de hoy de nuestras "Historias de
Diván". Presentamos el caso de una mujer "diferente", pero que no acepta su
diferencia y se empeña en amargarse la vida. ¿Os recuerda ésto a algo? ¿No?
Seguro que sí, pues cada uno tenemos por ahí nuestras propias termitas. Es hora de
hacer una desinfección emocional.
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