Si
te preguntaran qué enfermedad es la más común en los países desarrollados
quizás respondieras el cáncer o tal vez las enfermedades del corazón. La
respuesta sería incorrecta en ambos casos. Lo creas o no, la respuesta correcta
es la enfermedad mental. Al igual que el cáncer y las
enfermedades del corazón, la enfermedad mental es una condición médica. Los
trastornos mentales no discriminan por la edad, la raza u origen étnico. El
espectro de trastornos va de leve a grave y, como cualquier condición médica,
existen muchos factores desencadenantes. En los últimos años, se ha prestado
una mayor atención a los trastornos mentales debido a la carga que suponen al sistema
sanitario público. Los
trastornos mentales son reconocidos como un problema global.
10. Trastornos del Espectro Autista
10. Trastornos del Espectro Autista
Los genes, otras condiciones médicas y el medio ambiente pueden colocar a ciertos
niños en situación de riesgo de
padecer los llamados trastornos del espectro autista, más comunes en los niños
que en las niñas. Los trastornos del espectro autista comienzan cuando los
niños son muy jóvenes y es difícil de diagnosticar debido a que no existe una
prueba médica o de sangre para confirmarlo. Del mismo modo, no existe una cura.
Sin embargo, la detección e intervención temprana con terapia conductual y
educativa que se basa en los desafíos individuales del niño es bastante
efectiva.
9. Esquizofrenia
Imagínate que escuchases voces que otras personas no oyen y que invaden tus pensamientos
conspirando para que hagas algún tipo de daño. Para una persona con
esquizofrenia, estas experiencias incontrolables pueden ser incapacitantes.
La esquizofrenia, una misteriosa enfermedad que por lo general se presenta
en personas de 16 a 30 años, afecta a hombres y mujeres por igual. La causa se desconoce, por lo que los
médicos tratan de controlar los síntomas de los pacientes con fármacos
antipsicóticos y terapias psicosociales que enseñan mecanismos de
supervivencia.
8. Trastorno
Bipolar
El trastorno bipolar, englobado en los llamados trastornos del estado de
ánimo, provoca en las personas que lo padecen emociones muy exageradas (son los
llamados episodios maníacos) para después pasar a niveles anímicos
peligrosamente bajos (depresión). Los extremos son tan drásticos que pueden dañar las
relaciones sociales, provocando como resultado un bajo
rendimiento en la escuela o el trabajo y con riesgo de suicidio.
La mayoría de las personas con trastorno bipolar son diagnosticados a los
25 años, pero muchas veces esta enfermedad no es fácil de detectar. Dado que las pruebas de sangre y
escáneres cerebrales no pueden
detectar el trastorno bipolar, los profesionales de la salud mental se basan en
la historia clínica del paciente. Las personas con trastorno bipolar pueden
llevar una vida normal con un tratamiento adecuado que combine medicación y
psicoterapia para controlar los síntomas y reducir el riesgo de futuros
episodios.
7. Trastorno de
pánico
El corazón late muy deprisa. Dificultad para respirar. Las náuseas y los
mareos. Debilidad. Sudoración. Hormigueo manos. Dolores en el pecho.
Sensaciones de sofoco. La pérdida de control. Terror.
Los ataques de pánico son muy reales,
es la manifestación física del miedo. Durante un ataque de pánico severo,
podrías incluso creer que estás teniendo un ataque al corazón. Por otra parte,
debido a que un ataque de estas características puede ocurrir en cualquier
momento, existe el miedo adicional de no saber cuándo será el siguiente ataque.
Está clasificado como un trastorno cuando se produce varias veces y es incapacitante. Muchas personas empiezan a tener
ataques de pánico en la adolescencia o en el principio de la vida adulta. Este
trastorno parece ser hereditario.
Sin ayuda, las personas que sufren ataques de pánico pueden desarrollar
agorafobia, miedo a los espacios abiertos. Las personas con agorafobia tienen
un miedo intenso a situaciones o lugares de los que no pueden escapar.
La buena noticia es que el trastorno de pánico es el trastorno de ansiedad
más tratable. Los pacientes reciben una combinación de medicamentos y psicoterapia.
6. Trastornos de
Ansiedad
Los trastornos de ansiedad engloban una serie de enfermedades mentales:
* El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es
una combinación de pensamientos recurrentes (obsesiones) y acciones repetitivas
(compulsiones) que realiza una persona con la creencia de que el comportamiento
le da el control de la obsesión. Por ejemplo, una mujer obsesionada con la
limpieza puede sentir la necesidad de lavarse las manos una y otra vez. Algunas
personas con TOC desarrollan rituales diarios muy complejos.
* Trastorno de estrés postraumático (TEPT) se
produce después de una experiencia aterradora en la que la persona sintió la
amenaza de daño físico o miedo, horror o impotencia.
* Trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Las
personas con TAG se preocupan demasiado por las preocupaciones cotidianas y, a
menudo esperan desastres. Cuando su nivel de ansiedad se eleva, son un “manojo
de nervios” y experimentan síntomas físicos tales como tensión muscular,
sudoración, temblores y náuseas.
Muchas personas que sufren de trastornos de ansiedad se automedican con
alcohol y drogas. Sin embargo, se debe buscar ayuda profesional porque, como el trastorno de pánico,
los trastornos de ansiedad se pueden tratar con medicamentos y terapia.
5. Fobias
Las fobias también se engloban dentro de los trastornos de ansiedad. Las
fobias pueden ser muy dispares, desde hablar en público hasta
el pánico a las serpientes o las arañas. Cuando estas fobias interrumpen sus actividades
diarias empiezan a ser un problema.
Un ejemplo sería la fobia social. Usualmente comienza en la
adolescencia. Se convierte en un problema o trastorno cuando pasan días y
semanas preocupándose por las relaciones sociales. Al igual que con el
trastorno de pánico, la ansiedad social puede conducir a la agorafobia.
La farmacología pautada y la terapia puede ayudar a aliviar la ansiedad y
permitir que los pacientes puedan funcionar normalmente.
4. Déficit de
Atención e Hiperactividad
¿Te acuerdas del compañero de tu colegio que no podía quedarse quieto,
siempre estaba hablando o interrumpiendo, se le olvidaba hacer la tarea y
parecía perderlo todo? Lo más probable es que el niño sufría de trastorno de
hiperactividad y déficit de atención (TDAH).
El TDAH es un trastorno común en la niñez. Por
lo general se diagnostica en niños muy activos que tienen dificultades para
concentrarse y controlar su comportamiento. La genética pone algunos niños en
situación de riesgo.
Para diagnosticar y posteriormente tratar el TDAH, los profesionales
médicos evalúan primero la salud física del niño para descartar otras
enfermedades, como la mala visión o pérdida de audición. Las
observaciones y los informes de los maestros y los miembros de la familia ayudan
a un médico a establecer un diagnóstico y comenzar el tratamiento. Muchos
niños reciben medicación y terapia conductual.
La mayoría de los niños con TDAH superan o aprenden a manejar muchos de los
síntomas. Sin embargo, algunos continúan teniendo este trastorno en su vida
adulta, por lo que su vida personal y profesional resulta difícil de manejar.
3. Trastornos de
la alimentación
Cuando una persona con anorexia se ve en el espejo, él o ella ve un reflejo
de sobrepeso, no el cuerpo desnutrido que en realidad se refleja. La falta de
alimentación y la obsesión con la comida puede llevar a la gente con anorexia a numerosos
problemas de salud potencialmente mortales, como la
desnutrición.
La bulimia nerviosa se produce en aquellas personas que consumen grandes
cantidades de comida y luego, lamentando su comportamiento y la falta de
control, se purgan a base de vómitos, uso de laxantes, ayuno
o ejercicio obsesivo.
Los trastornos alimenticios se pueden tratar con tratamientos
personalizados que ofrecen medicación, consejería nutricional y terapia
individual y de grupo.
2. Trastornos de
la Personalidad
Los seres humanos tienen una colección de rasgos de la personalidad que se
basan en nuestras experiencias e influyen en nuestra interacción social,
nuestro comportamiento y forma de pensar. Estos rasgos están profundamente
arraigados en nuestra cultura. Las personas con trastornos de la personalidad
tienen rasgos de carácter muy rígidos que pueden afectar a su capacidad para
funcionar en situaciones cotidianas.
Entre los trastornos de personalidad más comunes se encuentran:
* Trastorno de la personalidad antisocial: se
refiere a aquellas personas que no siguen las reglas sociales y tienen poca
consideración por los sentimientos de los demás. A menudo muestran un comportamiento
criminal y no muestran remordimiento.
* Trastorno límite de personalidad: este
trastorno hace que la gente sea inestable e impulsiva. Temen el abandono y
tienen dificultades para mantener relaciones estables.
El diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la personalidad son difíciles porque hay muchos factores
biológicos y ambientales que interfieren. Además, muchas personas que sufren
algún tipo de trastorno de la personalidad suelen padecer algún otro tipo de trastorno mental,
como los trastornos de ansiedad, el TDAH, la depresión o el trastorno bipolar.
1. Trastornos del
estado de ánimo
Los estados de ánimo son emociones sostenidas, que colorean la manera de
ver la vida. Cuando alguien tiene un trastorno del estado de ánimo, el panorama
general no es color de rosa. Las personas con estos trastornos tienen estados de
ánimo que van más allá de sentirse “tristes”. Los trastornos del estado de ánimo se
pueden encontrar en todas las razas y clases sociales, pero son más comunes
entre las personas solteras.
Son los trastornos mentales más frecuentemente diagnosticados. Además
del trastorno bipolar, los trastornos del estado de ánimo incluyen el trastorno
depresivo mayor y el trastorno distímico.
La depresión mayor se caracteriza por una tristeza
profunda persistente. Los síntomas como la fatiga, falta de concentración,
cambios en el apetito y pensamientos de suicidio interfieren con el
funcionamiento diario. Las personas con distimia manifiestan síntomas menos severos
pero más duraderos. Otras formas de depresión son la depresión posparto.
La depresión es un trastorno cerebral causado muy probablemente por una combinación
de factores genéticos, ambientales, biológicos y psicológicos. Afortunadamente, la depresión puede
ser tratada y los mejores resultados se logran cuando el tratamiento se inicia
tan pronto como se diagnostica la depresión. La mayoría de las personas con
trastornos del estado de ánimo se benefician de los medicamentos antidepresivos
y la psicoterapia. La clave para el éxito del tratamiento de los trastornos del
estado de ánimo y la prevención de futuros episodios es continuar tomando los
medicamentos y la búsqueda de ayuda.
Fuente:
http://www.recursosdeautoayuda.com/2013/05/los-10-trastornos-psicologicos-mas-comunes.html
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