¡No corras, ve despacio,
que adonde tienes que ir es a tí mismo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno, no te puede seguir!
Juan Ramón Jiménez (Eternidades,1918)
¿Por qué corremos siempre? ¿Por qué despreciamos la vida sosegada y retirada? ¿Por qué las vacaciones -pensadas para el descanso- se convierten en fuente de estrés? ¿Por qué planeamos el futuro sin cesar?
Pareciera como si temiéramos el encuentro con nosotros mismos. Huimos del presente y del silencio, del niño que fuimos y que somos, de sentirnos y escucharnos internamente
Aprovecha el Verano para encontrarte contigo mism@.
Felices Vacaciones
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