Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo
correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Aristóteles, Ética a Nicómaco.
Probablemente fue en la obra de Darwin y en la importancia que ésta tuvo a la hora de reivindicar el mundo instintivo y emocional del hombre, donde comenzó a germinar la semilla de este tipo de inteligencia. Pero fue a partir de 1995 cuando se generalizó el uso de este termino a modo de reclamo, para poder resaltar la importancia que tienen los sentimientos en la vida de las personas y colectivos. Daniel Goleman fue quien consiguió que se pusiera el tema sobre la mesa, tras la publicación de algunos artículos y publicaciones científicas sobre el mundo de las emociones. Hoy en día se habla de Cociente Emocional (C.E.) de manera paralela al coeficiente Intelectual (C.I.).
Goleman nos presenta la inteligencia emocional como un tipo de
sabiduría complementario a la inteligencia del intelecto (C.I.), que está hecha de una
serie de competencias personales y sociales. Hablamos, pues, de autoconocimiento, autocontrol emocional y
capacidad de motivarse a sí mismo, como competencias intrapersonales, y de
empatía y habilidades sociales como competencias interpersonales.
Es un concepto holista que aglutina en si mismo elementos muy necesarios para las relaciones entre
las personas, para con uno mismo y para el buen funcionamiento de los grupos. Habrian tres niveles, el primero sería la inteligencia emocional de Goleman, el segundo sería la inteligencia intelectual y, luego hay un modelo de Inteligencias múltiples de Gardner (inteligencia lingüístico-verbal, lógica-matemática, espacial, musical, corporal-cinestética, intrapersonal, interpersonal, naturalista y existencial), que englobaría a los dos primeros, pero hay un nivel superior e integrador que daría sentido a todos los anteriores y que comprendería a la inteligencia moral y a la inteligencia espiritual, adquiriendo ambas relevancia como nuevo paradigma educativo.
Pues básicamente se trataría de dotar de inteligencia a las emociones, o dicho de otro modo, comprender las emociones y ponerles la inteligencia necesaria para que nos sirvan de ayuda. El esfuerzo por tomar conciencia del dominio de las emociones, tratando de mejorar nuestra conciencia de nosotros mismos y de nuestras relaciones interpersonales.
Se trata de sacar el mejor partido a la emoción, reconociendo los propios sentimientos y manejándolos de un modo vitalmente satisfactorio para resolver problemas de naturaleza no racional. Gran parte de nuestra felicidad depende de cómo gestionamos nuestros sentimientos. Por eso, desarrollar las competencias intra e interpersonales de la inteligencia emocional nos permite manejar con más soltura los sentimientos, tomando las riendas de nuestros impulsos emocionales, moldeando nuestros hábitos emocionales o los de nuestros hijos, ya que estos se inician en la niñez. Aquí en esta fase precoz, juega un papel fundamental el apego y la adaptación emocional, ya que hay una correlación fuerte entre un apego seguro y un correcto control emocional y social de los hijos.
Se trata de sacar el mejor partido a la emoción, reconociendo los propios sentimientos y manejándolos de un modo vitalmente satisfactorio para resolver problemas de naturaleza no racional. Gran parte de nuestra felicidad depende de cómo gestionamos nuestros sentimientos. Por eso, desarrollar las competencias intra e interpersonales de la inteligencia emocional nos permite manejar con más soltura los sentimientos, tomando las riendas de nuestros impulsos emocionales, moldeando nuestros hábitos emocionales o los de nuestros hijos, ya que estos se inician en la niñez. Aquí en esta fase precoz, juega un papel fundamental el apego y la adaptación emocional, ya que hay una correlación fuerte entre un apego seguro y un correcto control emocional y social de los hijos.
Las emociones crecen en familia (por Ángel Madrid)
La inteligencia emocional es esencial para el crecimiento y desarrollo de las personas, ya que define su forma de ser y de actuar. Esta es importante en la educación del niño para el futuro crecimiento personal.
La familia es una verdadera escuela. Lo ideal, es que en ella se aprenda a expresar cariño, afecto, miedo, alegría, tristeza y valoración. Y es este circulo social, en especial los padres, los encargados de guiar las emociones de sus hijos, para que estas tomen el mejor rumbo.
El mundo de las emociones, los sentimientos y los afectos son tan importantes como la razón y se deben enseñar a la par.
"Hay que educar a los niños para que aprendan a expresar sus emociones desde temprana edad, de esto depende su felicidad", explica Ángel Madrid Soriano, psicólogo y Presidente del Teléfono de la Esperanza de Valencia.
El mundo de los sentimientos es el termómetro que mide la felicidad de la gente. Y ésta consiste, habitualmente, en tener emociones de bienestar, tranquilidad y afecto.
"Antes, para triunfar en la sociedad de consumo no hacían falta las emociones, casi estorbaban. Pero estábamos equivocados, las personas no solo somos seres racionales-cognitivos, sino que también tenemos una dimensión tan importante, como es la racional-emocional", cuenta Ángel Madrid.
Y es verdad, los sentimientos son necesarios para desarrollar cualquier tipo de actividad, para lograr los objetivos deseados y con mayor razón para encontrar la felicidad.
Eduque a sus hijos
Los niños, especialmente en su etapa de crecimiento, absorben todo lo que ven y escuchan. Por eso, es esencial que en este periodo de sus vidas los padres estén presentes, con su compañía, pero ante todo con los consejos y el apoyo para que los pequeños tengan un desarrollo adecuado.
La inteligencia emocional es clave en este proceso, ya que le permite a las persona demostrar lo que sienten con cautela y respeto, sin herir o irrespetar los pensamientos de los demás.
"Los niños que aprendan a manejar esto desde pequeños, tienen un futuro asegurado. Ya que si no sacamos los sentimientos adecuadamente, se pudren", dice Ángel Madrid.
Por otro lado, Ángel Madrid concluye enfatizando en que "los sentimientos no son ni morales, ni inmorales, son amorales. Están puestos por la naturaleza, lo importante es saber expresarlos adecuadamente en el tiempo y con la persona oportuna. Porque la represión o expresión inadecuada de ellos crea con el paso de los años enfermedades psicosomáticas.
Conscientes de la importancia de este tema para la Salud Emocional de los usuarios que acuden al Teléfono de la Esperanza, desde Valencia organizamos todos los años nuestros Talleres de Inteligencia Emocional, dirigidos a todas aquellas personas que pretendan desarrollar su propia capacidad de ser emocionalmente más inteligentes. Próximamente, con la apertura del nuevo curso, iniciaremos un nuevo Taller. Dada la demanda de participantes, todos los interesados pueden inscribirse y reservar ya su plaza para el próximo Taller.
Para ello, pueden dirigirse por correo electrónico a valencia@telefonodelaesperanza.org, llamar al 963916006 o personalmente en nuestra sede de C/. Espinosa, 9,1º-1ª. No pierdas esta oportunidad de desarrollarte a través de tu Inteligencia Emocional.
La inteligencia emocional es esencial para el crecimiento y desarrollo de las personas, ya que define su forma de ser y de actuar. Esta es importante en la educación del niño para el futuro crecimiento personal.
La familia es una verdadera escuela. Lo ideal, es que en ella se aprenda a expresar cariño, afecto, miedo, alegría, tristeza y valoración. Y es este circulo social, en especial los padres, los encargados de guiar las emociones de sus hijos, para que estas tomen el mejor rumbo.
El mundo de las emociones, los sentimientos y los afectos son tan importantes como la razón y se deben enseñar a la par.
"Hay que educar a los niños para que aprendan a expresar sus emociones desde temprana edad, de esto depende su felicidad", explica Ángel Madrid Soriano, psicólogo y Presidente del Teléfono de la Esperanza de Valencia.
El mundo de los sentimientos es el termómetro que mide la felicidad de la gente. Y ésta consiste, habitualmente, en tener emociones de bienestar, tranquilidad y afecto.
"Antes, para triunfar en la sociedad de consumo no hacían falta las emociones, casi estorbaban. Pero estábamos equivocados, las personas no solo somos seres racionales-cognitivos, sino que también tenemos una dimensión tan importante, como es la racional-emocional", cuenta Ángel Madrid.
Y es verdad, los sentimientos son necesarios para desarrollar cualquier tipo de actividad, para lograr los objetivos deseados y con mayor razón para encontrar la felicidad.
Eduque a sus hijos
Los niños, especialmente en su etapa de crecimiento, absorben todo lo que ven y escuchan. Por eso, es esencial que en este periodo de sus vidas los padres estén presentes, con su compañía, pero ante todo con los consejos y el apoyo para que los pequeños tengan un desarrollo adecuado.
La inteligencia emocional es clave en este proceso, ya que le permite a las persona demostrar lo que sienten con cautela y respeto, sin herir o irrespetar los pensamientos de los demás.
"Los niños que aprendan a manejar esto desde pequeños, tienen un futuro asegurado. Ya que si no sacamos los sentimientos adecuadamente, se pudren", dice Ángel Madrid.
Por otro lado, Ángel Madrid concluye enfatizando en que "los sentimientos no son ni morales, ni inmorales, son amorales. Están puestos por la naturaleza, lo importante es saber expresarlos adecuadamente en el tiempo y con la persona oportuna. Porque la represión o expresión inadecuada de ellos crea con el paso de los años enfermedades psicosomáticas.
Conscientes de la importancia de este tema para la Salud Emocional de los usuarios que acuden al Teléfono de la Esperanza, desde Valencia organizamos todos los años nuestros Talleres de Inteligencia Emocional, dirigidos a todas aquellas personas que pretendan desarrollar su propia capacidad de ser emocionalmente más inteligentes. Próximamente, con la apertura del nuevo curso, iniciaremos un nuevo Taller. Dada la demanda de participantes, todos los interesados pueden inscribirse y reservar ya su plaza para el próximo Taller.
Para ello, pueden dirigirse por correo electrónico a valencia@telefonodelaesperanza.org, llamar al 963916006 o personalmente en nuestra sede de C/. Espinosa, 9,1º-1ª. No pierdas esta oportunidad de desarrollarte a través de tu Inteligencia Emocional.
Autor: Autor: JC Navarro Marzo-Perpiñán. Psicólogo General Sanitario CV.14060.
Bibliografía:
Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairos.
Arcila, A.M (2010). Diario EL COLOMBIANO. Medellín (Colombia). Extraido el 24 de Agosto de 2013 de
http://www.telefonodelaesperanza.org/noticias/view/4325
Goleman, D. (1995). Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairos.
Arcila, A.M (2010). Diario EL COLOMBIANO. Medellín (Colombia). Extraido el 24 de Agosto de 2013 de
http://www.telefonodelaesperanza.org/noticias/view/4325
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