Han transcurrido ya muchos años desde que las primeras agencias
matrimoniales abrieron sus puertas en las grandes ciudades españolas. Desde
entonces se ha hecho un largo camino.
Las agencias matrimoniales tienen como
objetivo unir a personas con potencial de compatibilidad alto y con un objetivo
común: ambos buscan una relación estable. A día de hoy supone una de las
alternativas más profesionales para encontrar la pareja ideal. A través de un
análisis de la personalidad de sus clientes y las preferencias de cada uno,
las agencias matrimoniales proponen personas que muestran un alto grado de
afinidad basado en amplios parámetros de carácter, preferencias y aficiones.
Estos análisis son resultado de entrevistas individuales a través de las cuales se realizan estudios de personalidad de cada uno de sus clientes y ofrecen absoluta confidencialidad de los datos que se aportan y seriedad en la búsqueda de la persona que quiere conocer. Se crea un vínculo entre el coordinador sentimental y el cliente, ya que hay un contacto presencial directo, un espacio físico, despachos y oficinas, donde el cliente puede acudir y también una persona al otro lado del teléfono, para hacer un seguimiento continuado.
Estos análisis son resultado de entrevistas individuales a través de las cuales se realizan estudios de personalidad de cada uno de sus clientes y ofrecen absoluta confidencialidad de los datos que se aportan y seriedad en la búsqueda de la persona que quiere conocer. Se crea un vínculo entre el coordinador sentimental y el cliente, ya que hay un contacto presencial directo, un espacio físico, despachos y oficinas, donde el cliente puede acudir y también una persona al otro lado del teléfono, para hacer un seguimiento continuado.
Detrás de una agencia matrimonial existe un equipo profesional y técnico altamente cualificado (departamento informático, abogado y asesoría fiscal, administración, agencia de viajes y eventos, apoyo psicológico y emocional) y por supuesto, un coordinador que
ofrece un trato humano directo con cada
uno de los clientes, conociéndolos a todos, escuchándolos, acompañándolos
durante todo el proceso de búsqueda, y
así poder hacer de árbitro real, evaluando y ajustando los perfiles y
necesidades de cada uno.
¿Cuáles son las motivaciones por las que alguien decide
acudir a una agencia matrimonial?
Acuden a la agencias matrimoniales personas que buscan encontrar el
amor. Personas emocionalmente disponibles y sentimentalmente libres: solteras, separadas, divorciadas o
viudas, que desean una relación para formar pareja estable o contraer
matrimonio. Las edades son muy variadas, desde 30 hasta 80 años, primando muy
especialmente el tramo entre 50 y 70 años, quedando en este tramo un porcentaje alto de los usuarios. Personas que, por diferentes circunstancias, han visto
reducido su grupo de amistades y los actuales lugares de relación no les
convienen o no les agradan. Personas que
tienen una idea muy clara de lo que quieren, son conscientes de que por
exigentes que sean, ha de haber en algún lugar una persona que responda a esas
características concretas. Personas que por motivos profesionales o familiares
no disponen de mucho tiempo para tener una vida social activa y no pueden salir
al encuentro de su pareja. Destinos de trabajo alejados del círculo habitual, la
longevidad, los fallecimientos, la gran tasa de separaciones y divorcios, son
circunstancias que las personas
pasan accidentalmente y quieren superar.
Existe cada vez más una clientela que no busca sólo relaciones
estables, sino también amistad, el cliente demanda más
relaciones sociales y grupos de amistad. Se trata de un perfil de
personas jóvenes, de entre 30 y 50 años de edad. Por ello, se
ofrece también un amplio abanico de servicios que satisfagan esta necesidad:
actividades de grupo, reuniones, excursiones, etc.
¿Pero, como
sobrevivir a la red y la tecnología?
La revolución tecnológica de nuestros tiempos ha hecho tambalear al
sector de las agencias matrimoniales, ya que se ha creado en la red el modelo
de agencia matrimonial on-line o de contactos. No obstante las personas que buscan una agencia matrimonial tradicional
apuestan por la calidez del trato personalizado y diferenciado y no quieren
perder el tiempo en “chats“ con personas que no ofrecen total garantía.
Aquellas agencias matrimoniales que han logrado sobrevivir después de este impacto
tecnológico ha sido por que se han favorecido de este recurso y no han
competido, es decir, se apoyan en él.
Gracias a internet la publicidad e información llega rápidamente a
nuestros hogares, buscadores, redes sociales, empresas 2.0 donde el usuario
tiene la posibilidad a cualquier hora de contactar con la agencia y sin
necesidad de moverse de su casa, escribir un comentario o pedir una cita, los
diseños llamativos de las páginas web, los programas informáticos que agilizan
tanto los registros como la búsqueda de perfiles compatibles… y un sinfín de
ventajas sin perder el objetivo principal: el contacto directo con el cliente, la verificación de datos y cumplir la rigurosa LOPD.
El proceso de búsqueda que ofrecen la
mayoría de agencias matrimoniales puede resultar un poco más lento que las
agencias on-line, pero a cambio ofrecen un trato mucho más personalizado y
directo con el cliente. Más
garantías, menos riesgo.
Estamos hablando de AMOR,
el sentimiento más poderoso que existe y el que mueve una infinidad de
emociones asociadas, por ello desde las agencias matrimoniales, se mira a cada
cliente con el cariño, el respeto, la confidencialidad y delicadeza que
corresponde.
El trabajo va más allá de relacionar personas, cada una de ellas es
especial y única para el coordinador de la agencia, intentando que se sientan
valiosas y escuchadas. La cara opuesta del amor es la soledad que siente quien
lo pierde, incluso la apatía o la depresión. Lo más gratificante para las
personas que trabajan en una agencia matrimonial es poder ayudar a devolver la ilusión, las ganas de luchar y
a volver a creer en el amor. Se crea un vínculo emocional con cada cliente
y se aprende de cada uno de ellos y de sus “me gustaría”. Ellos saben que hay
alguien conocido detrás de sus consultas y al equipo de la agencia matrimonial
les llena de satisfacción el poder atenderles e incluso tomar un té o un café con
ellos y darles fuerza para animarles a que consigan realizar su sueño.... ENAMORARSE.
Alguien dijo una vez: trabaja en lo que te guste y no tendrás que
trabajar jamás. Trabajar en una agencia matrimonial es especial, es un reto, es
un sueño, da sentido a la vida y la posibilidad de crecer como persona.
Recuerda: “hay alguien que
tiene lo que tú quieres y quiere lo que tú tienes.”
Autora: Victoria Piquer, www.nuevailusion.com
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