Michael Lambert elabora sobre el trabajo de Frank y propone, sobre la base de lo que indican los estudios empíricos, que los cuatro factores terapéuticos principales para la mejora de los clientes se identifican como: factores extraterapéuticos, factores comunes, expectación o placebo, y técnicas. Veremos estos factores y su peso relativo en el resultado (varianza) con más detalle:
1. Los factores del cliente o factores extraterapéuticos – 40% de la varianza.
2. Factores de la relación con el terapeuta – 30% de la varianza.
Coinciden con los que son los “factores comunes” de siempre.
Representan un amplio abanico de variables mediados por la relación que se
encuentran en terapias de todas las escuelas. Dar importancia, empatía, calor,
aceptación, afirmación mutua, animar a tomar riesgos - sólo son unos ejemplos.
Se examinaron especialmente las variables aportadas por el terapeuta, las
“condiciones esenciales” popularizadas por el humanista Carl Rogers, y se
validaron dos de las tres.
3. Placebo, esperanza y expectación – 15% de la varianza.
Lambert encontró que, en parte, la influencia de estos factores deriva del conocimiento que tiene el cliente de que se está tratando, y de una valoración (subconsciente) de la credibilidad de la terapia y sus técnicas. La “expectación” equivale a la condición “d” de Frank, que se refiere a que tanto cliente como terapeuta deben creer en el poder restaurador de los procedimientos o rituales de la terapia (cualquiera).4. Factores de modelo o técnica – 15% de la varianza.
Según Lambert, este grupo tiene un peso relativamente modesto en el resultado de la terapia. En un sentido reducido, puede considerarse que estos factores representan las convicciones y procedimientos únicos de un tratamiento específico, por ejemplo, la “cuestión milagro” de la terapia breve orientada a soluciones, el uso del genograma en la terapia familiar orientada a Bowen, la hipnosis, la desensibilización sistemática, biofeedback, interpretaciones de transferencia, y sus respectivas premisas teóricas. En un sentido más amplio, abarcan todos los rituales terapéuticos o curativos. Ofrecen una fundamentación organizativa, una explicación teórica de las dificultades del cliente, y establecen estrategias o procedimientos para su resolución. La mayoría prepara al cliente para que tome algún tipo de acción con que ayudarse a sí mismo, y un cambio significativo: desarrollar nuevos entendimientos, sentir emociones diferentes, enfrentarse a temores o cambiar viejos patrones de comportamiento.
Autor: JC Navarro Marzo-Perpiñán. Psicólogo General Sanitario CV.14060.
Fuente: Campagne, D. (2014). El terapeuta no nace, se hace. Therapists are not
born but made. Rev. Asoc. Esp.
Neuropsiq., 2014; 34 (121), 75-95. doi: 10.4321/S0211-57352014000100005. UNED,
Facultad de Psicología, Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento
Psicológicos, Madrid, España.