Cuando uno piensa en el “tiempo perdido”, en las cosas que se hicieron y no valieron la pena, siempre lo miramos como un error, como algo que nunca se recupera. Pero es mejor pensar que, tal vez, ese tiempo perdido es tan sólo el empuje para continuar. Para crecer, para crear un nuevo tiempo.
Nos encontramos con personas cercanas a las que esa sensación de perder el tiempo, pareció oscurecerles la vida. De hecho, perderla definitivamente. Encerrarse en la sensación de pérdida y dejar que todo se les fuera de sus manos. Como aquel hombre que después de dos intentos de suicidio decía que le habían llevado a darse cuenta que el tiempo no se pierde a no ser que uno lo desee,a darse cuenta que hay miles de razones para no claudicar.
Pero,¿realmente se puede perder el tiempo o somos nosotros los que nos perdemos en el tiempo en esas "mañanas de canciones tristes" que todos tenemos?. Estamos hechos de retazos de tiempo,somos esencialmente tiempo por hacer y por vivir.Perder el tiempo es perder nuestra vida a trozos.El tiempo no es oro,como decía José Luis Sampedro,el oro sirve para bien poco.El tiempo es vida.
Y a veces perder es ganar y ganar pudiérase que fuera perder.La vida es aprendizaje continuo. No triunfamos,ni fracasamos,sino que trinfamos y aprendemos.Aprender puede ser el gran triunfo que se encierra en cada mal llamado fracaso.
Nunca el tiempo es perdido,sino que es un mecanismo de defensa para no recordar nuestras heridas."Nunca el tiempo es perdido,es sólo un recado en nuestra ilusión ávida de olvido",como nos dice la bella canción de Manolo Garcia que os presentamos a modo de ilustración sonora de estas reflexiones.Que la disfrutéis con tranquilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario