La tarea educativa de los padres se abre en dos
posibilidades: directa e indirecta.
Educación
directa
Es el conjunto de acciones
educativas que los padres realizan ellos personalmente: hablar, cuidar,
instruir, acariciar, jugar, dar normas, etc. Estas acciones educativas comportan
adheridas una responsabilidad educativas directa: Cómo actuamos con nuestros
hijos, qué conductas les ofrecemos como ejemplo, cuáles valoramos y cuáles
corregimos.
Todos sabemos la importancia que
tienen para los hijos el trato, el contacto, las palabras, el tiempo y el
ejemplo de los padres. Tanto es así que algunos hijos se quejan, con amargura de
su falta. Algunos hijos han llegado a decir: ¡Padre, no necesito tu
dinero, te necesito a ti!
No sólo es
padre el que engendra, es mucho más padre el que educa.
Sin duda, la educación directa que
hacen los padres es una gran tarea, capaz de ocupar e ilusionar.
A veces, capaz de hacer perder los
nervios más templados, pero…. también llena de momentos inolvidables, tanto
para los padres como para los hijos.
Recuerdo y rememoro con
frecuencias los muchos que yo mismo he pasado, tanto con mis padres como con mis
hijos.
Educación
indirecta
Es el conjunto de acciones que
hacemos para mejorar el entorno educativo de nuestro hijo: elegir la escuela,
hablar con los maestros, conocer y cuidar la relación con sus amigos, tener
relación con los padres de esos amigos, colaborar en las mejoras del barrio,
ayudar o presionar para que funcionen los servicios sociales.
Pensaréis que eso no es
competencia vuestra, pero entonces ¿de quién es? A los padres nos interesa que
el mundo en que van a vivir nuestros hijos sea lo más hospitalario, amable, y
justo posible.
Eso es importantísimo para ellos.
Educar es un gran proyecto familiar que tiene una dimensión social y política
(en sentido amplio) inevitable. El mundo educativo es un conjunto de influencias
cruzadas y eso, si sabemos aprovecharlo, puede ser de gran ayuda.
Algunas
responsabilidades educativas indirectas:
La guardería, la
escuela o el colegio. No basta escoger el mejor, es
necesario vigilar y participar con el centro para que realmente sea bueno.
La
Televisión, es imprescindible que los padres
controlen los programas que ven sus hijos. La televisión tiene programas muy
buenos, pero también existe mucha basura que puede perjudicar a personas no
formadas, como son nuestros hijos.
Una buena medida puede ser
ver la TV todos juntos y
aprovechar para aclararles por qué pueden ver libremente unos programas y otros
no, dado su alto contenido de violencia, de sexo o de enseñanzas contrarias a
los valores que defiende la propia familia.
Internet, podemos decir lo mismo que de la
televisión y añadir que es, si cabe, más peligrosa porque los hijos suelen
moverse en internet mucho mejor que los padres y, además, suelen hacerlo en
privado.
Los
amigos, imprescindibles para el
crecimiento global y armónico. Desconfío del niño solitario y encerrado en sí
mismo, seguro que tiene algún problema oculto. Si este fuera el caso, será
misión de los padres descubrirlo y buscar el remedio.
Hay amigos buenos y otro que se
dicen amigos pero que no lo son. Estos últimos pueden causar mucho daño. Misión
de los padres es saber con quién andan sus hijos, los adolescentes en
particular. Una invitación a merendar puede dar mucha luz.
(Fuente: Blog Familia,¡Eres
grande!)
El Teléfono de la Esperanza de
Valencia, consciente de la importancia de esta labor educativa de los Padres, pone
a su servicio una nueva edición de nuestro Curso "Padres y Educadores", en él
pretendemos dar herramientas útiles y prácticas para desarrollar nuestra labor
educadora en la Familia. Muy próximamente realizaremos uno de ellos, si estás
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