lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Por qué las mujeres escuchan mejor que los hombres?


Por todos es aceptado que generalmente las mujeres escuchan mejor que los hombres. Pero, ¿cuáles son las causas que determinan que las mujeres escuchen mejor que los hombres?
Las mujeres y los hombres son diferentes. Una de las pocas cosas que comparten en común es que los dos pertenecen a la misma especie, pero viven en mundos diferentes y tienen esquemas mentales diferenciados. Al principio de la historia los hombres cazaban y las mujeres recolectaban frutos. Los hombres protegían a la familia y las mujeres criaban a los hijos. Esta realidad fue así durante millones de años. El cuerpo de cada sexo se fue adaptando a las distintas funciones físicas y mentales que desempeñaban. Las estructuras mentales de los hombres y las mujeres evolucionaron y cambiaron para habituarse a las distintas funciones que realizaban. Los hombres y las mujeres perciben, piensan y actúan de forma diferente.
Por qué las mujeres escuchan mejor que los hombresLas mujeres para criar a sus hijos debían ser capaces de percibir los pequeños cambios en la conducta de sus retoños. Por ello, el cerebro femenino actúa como un rádar receptor que le permite recibir y analizar constantemente información de su alrededor. En consecuencia, las mujeres tienen desarrollada la habilidad de comunicación interpersonal, y por ende, son buenas oyentes. Sin embargo, los hombres dedicaban mayor tiempo a buscar el alimento fuera del hogar y desarrollaron en menor medida la capacidad de comunicación interpersonal, resultando ser peores oyentes.
A lo largo de la evolución las mujeres han desarrollado un mejor oído que los hombres, mostrando una mayor capacidad para distinguir los sonidos y clasificarlos por categorías. Poseer un mejor oído, les permite a las mujeres saber escuchar mejor.
Las mujeres también tienen una mayor capacidad para diferenciar las tonalidades de la voz de su interlocutor y percibir los cambios emocionales de éste. Las mujeres son hipersensibles, tienen una mayor inteligencia emocional. A la mayoría de los hombres les cuesta distinguir los tonos de voz y los cambios emocionales. Los hombres suelen ser insensibles.
El cerebro está divido es dos hemisferios. Por una parte el hemisferio cerebral izquierdo que desempeña las tareas racionales. Y por otra parte el hemisferio cerebral derecho que concentra la creatividad y la emotividad. El cerebro de las mujeres tiene un cuerpo calloso externo más grueso que el de los hombres. Por ello, las mujeres tienen un 30% más de conexiones entre los dos hemisferios que los hombres. Mayores conexiones permiten desempeñar dos tareas que no están relacionadas a la vez. El cerebro masculino, al tener menos conexiones, está configurado para realizar una sóla cosa. Los hombres escuchan o hablan. Escuchan los sonidos o perciben los gestos corporales. No pueden hacer dos cosas a la vez. Sin embargo, las mujeres al tener más conexiones entre los dos hemisferios pueden realizar dos tareas a la vez. Las mujeres pueden hablar y escuchar al mismo tiempo. Pueden escuchar los sonidos y estar atentas a los gestos corporales, a las expresiones faciales y al tono de la voz. Además, pueden escuchar y percibir las emociones de su interlocutor.
Las mujeres tienen la habilidad de comunicación interpersonal situada en una zona localizada principalmente en la parte frontal del hemisferio cerebral izquierdo y en una zona más pequeña del hemisferio derecho. Poseer dos áreas localizadas en los dos hemisferios permite que las mujeres sean muy buenas comunicadoras, ya sea hablando o escuchando. Sin embargo, la habilidad de comunicación interpersonal en los hombres se sitúa en la totalidad del hemisferio cerebral izquierdo, sin tener una zona determinada. Esta característica cerebral de los hombres determina que sean peores comunicadores que las mujeres. Los hombres tienen desarrollada en menor medida la capacidad para el habla y para la escucha.
Los hombres cuando hablan suelen emitir menos palabras y menos señales corporales que las mujeres. Sus frases son más cortas y están más estructuradas. Por ello, les cuesta mayor esfuerzo prestar atención durante la escucha y percibir discursos largos con mayor número de palabras y señales corporales.

Mientras escuchan, las mujeres suelen exhibir una variada muestra de expresiones faciales demostrando que prestan atención y reflejando las emociones del mensaje de su interlocutor. Este comportamiento anima a su interlocutor para que continúe hablando. Sin embargo, los hombres escuchan cual estatuas, sin expresar ninguna emoción.
Fuente: 
Editorial. (2013). Escucha activa.com. Extraído el 30 de Septiembre de 2013 de http://www.escuchaactiva.com/articulo_mujeres_escuchan_mejor.htm


domingo, 29 de septiembre de 2013

LAS CREENCIAS IRRACIONALES MÁS COMUNES QUE SE DEBEN ELIMINAR PARA NO AMARGARNOS LA VIDA

Albert Ellis, uno de los psicólogos cognitivos más importantes de la historia, padre de la Terapia Racional Emotiva (RET), hizo un top - ten de las 10 principales ideas irracionales de los seres humanos en los años 50 del siglo pasado. El conocido psicólogo español, Rafael Santandreu, autor del best seller, "El Arte de no amargarse la vida", ha hecho una adaptación de ese top- ten de Ellis, recogiendo las 10 creencias irracionales favoritas en España en estos momentos. Son ideas equivocadas y que nos proporcionan una mala filosofía de vida a buena parte de los españoles.

Esta es la lista de las 10 ideas principales generadoras de malestar que afectan a las personas de nuestro tiempo:

1. Necesito tener a mi lado a alguien que me ame: de lo contrario, ¡qué vida más triste! 
2. Tengo que ser alguien en la vida, aprovechar bien mis cualidades y virtudes. De lo contrario, me sentiría fracasado. 
3. No puedo tolerar que la gente me menosprecie en público. Debo saber responder y defender mi imagen. 
4. Debo tener una casa en propiedad. De lo contrario, soy un maldito fracasado muerto de hambre. 
5. Tener buena salud es fundamental para ser feliz. Y lo más deseable es vivir mucho tiempo; cuanto más, mejor: ¡incluso 100 años o más! 
6. Tengo que ayudar a mis familiares: padres, abuelos, hijos… mi ayuda es fundamental para su felicidad. 
7. Si mi pareja me pone los cuernos, no puedo continuar con esa relación. La infidelidad es una cosa terrible que te destroza por dentro. 
8. Tengo que tener una vida emocionante. De lo contrario, mi vida es un aburrimiento y, de alguna forma, un desperdicio. 
9. Más siempre es mejor. El progreso siempre es bueno y consiste en tener más cosas, más oportunidades, más inteligencia…; esto es obvio en el caso de desear cada vez más y más cosas buenas como paz y alegría. 
10. La soledad es muy mala. Los seres humanos necesitan tener a alguien cerca porque si no, son unos desgraciados.

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo al leer esta lista? Quizás alguno podrá pensar que una mayoría de personas las consideran válidas. Pero a lo largo de la historia de la Humanidad han habido muchas creencias que eran aceptadas como válidas por la inmensa mayoría y que posteriomente han sido refutadas científicamente con el paso del tiempo.

Para todos/as los que sufren en su vida cotidiana por alguna o algunas de estas creencias, en el Teléfono de la Esperanza hemos elaborado un Curso denominado "Piensa bien para sentirte mejor", que realizaremos en nuestra sede de Valencia del 18 al 20 de Octubre. Si quieres dejar de amargarte la vida con esas ideas irracionales, éste es el Curso que estabas esperando. Recuerda que la calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros pensamientos, y que los pensamientos los creamos nosotros mismos.
Os presentamos un video con una entrevista al psicólogo Rafael Santandreu, donde se explica pormenorizadamente en qué consiste el "Arte de no amargarse la vida", basado en contrarrestar estas creencias irracionales negativas.

Enlace con el video de Rafael Santandreu:


jueves, 26 de septiembre de 2013

Diferencias entre oír y escuchar. Escucha Empática

Nos han sido dadas dos orejas,
pero en cambio solo una boca.
para que podamos oír más
y hablar menos.

Zenón de Elea (Siglo V a. de C)

Habitualmente se piensa que oír y escuchar significa lo mismo, existiendo una gran confusión entre los dos términos. Sin embargo, existen grandes diferencias entre oír y escuchar.
Por una parte, oír es un fenómeno que pertenece al orden fisiológico, incluido en el mundo de las sensaciones. Nuestro sentido auditivo nos permite percibir los sonidos en mayor y menor medida. Oír es percibir de forma pasiva las vibraciones del sonido.
Por otra parte, escuchar es la capacidad de captar, atender e interpretar la totalidad del mensaje del interlocutor a través del comunicado verbal, el tono de la voz y el lenguaje corporal. Escuchar es deducir, comprender y dar sentido a lo que se oye, escuchar es un proceso activo que conlleva intención y propósito. Escuchando añadimos significado al sonido. En resumen, escuchar es oír más interpretar.

Escuchar = oír + interpretar

Las principales diferencias entre escuchar y oír son:
  • Escuchar pertenece al orden interpretativo del lenguaje frente a oír que se incluye en el territorio fisiológico.
  • Escuchar implica la interpretación del lenguaje dando significado y cognición al sonido, frente a oír, que conlleva percibir simplemente el sonido.
  • Escuchar es activo frente a oír que es pasivo. Podemos dejar de escuchar cuando queramos.
  • Escuchar implica la realización de un esfuerzo físico y mental. Mientras que para oír no es necesario dicho esfuerzo.

La escucha es una destreza humilde, de apariencia modesta, pero más difícil de realizar de lo que generalmente suele pensarse y, sin embargo, tiene una importancia decisiva en el éxito o fracaso de la comunicación interpersonal. Si la escucha es deficiente, todo el proceso de comunicación será deficiente. 

Concepto de escucha:

La escucha, se puede definir como la destreza interpersonal a través de la cual se manifiesta al interlocutor aceptación y deseo de comprender su mundo íntimo, a través de observar sus conductas y de atender sus mensajes verbales y no verbales. Escuchando creamos un clima de confianza para la comunicación y demostramos interés por nuestro interlocutor. Escuchando caeremos bien a los demás.
Una forma de escuchar bien, seria la escucha activa, o la escucha empática, que es la capacidad cognitiva de poder percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir al comunicar. 
También es un sentimiento de participación afectiva de una persona sobre la realidad que afecta a otra. Es escuchar con atención y concentración, centrando toda nuestra energía en las palabras e ideas del comunicado recibido, para poder entender el mensaje y demostrar a nuestro interlocutor que esta siendo correctamente interpretado y aceptado. 
Durante la escucha debemos superar el gran reto que supone que pensamos más rápido de lo que hablamos, ya que pensar más rápido que escuchar puede provocar distracciones. Para superar este gran reto, debemos realizar un esfuerzo mental superior y aumentar nuestra capacidad de prestar atención y de mayor concentración en el otro.

La  escucha empática incluye 4 elementos  básicos:

  • Observar atentamente y con respeto el lenguaje no verbal.
  • Prestar atención a los contenidos del lenguaje verbal.
  • Mostrar comportamientos de atención y acogida.
  • Usar expresiones verbales que confirman que se está escuchando  atentamente.


Errores típicos que dificultan la escucha:

  • Confundir "oír con escuchar", El hecho de oír, no está bajo nuestro control voluntario, pero al escuchar, el cerebro reconstruye los impulsos electromagnéticos y forma una representación del sonido original, a la que se le asigna un significado determinado.
  • Para escuchar bien no  basta con “no  interrumpir”  o  con  “esperar  a  que  el  otro termine”  de  hablar, no se trata de guardar turno, ni de callar mientras el otro habla; escuchar, es algo mas que esperar a que el otro termine de hablar, es compartir, es intercambiar, es querer comprender la esencia que nos quieren transmitir.
  • Para escuchar adecuadamente, no basta con "poder repetir las palabras" del hablante, la comunicación no queda encerrada en el contenido verbal de las palabras, sino en el significado que contiene la envolvente de su mensaje.

Beneficios de la escucha activa:
  • Crear un clima positivo para la comunicación, logrando que ésta sea más efectiva.
  • Captar con exactitud el mensaje del emisor, reduciendo así los posibles malentendidos.
  • Obtener mayor información sobre nuestro interlocutor. Al escuchar activamente a nuestro emisor, le demostramos que estamos considerando por su punto de vista, aumentando su autoestima. Esto crea un bucle positivo de retroalimentación, facilitando mayor información.
  • Aprender de las experiencias ajenas, adquiriendo nuevos y enriquecedores conocimientos.
  • Identificar sus objetivos y sus sentimientos, al prestar atención al emisor, podemos  reflexionar sobre su mensaje, confirmar la congruencia de la información facilitada y buscar soluciones a los problemas que van surgiendo.
  • Si prestamos atención y demostramos interés por nuestro interlocutor, poniendo foco en el sentimiento, trascendiendo las meras palabras, nos podremos ganar su confianza, y además, estrechar la relación con él.

En el Teléfono de la Esperanza de Valencia trabajamos de forma transversal en todos los cursos y talleres la competencia de la comunicación, y con especificidad y dedicación en el curso "El Arte de Comunicarse bien".

Te invitamos a participar en nuestros cursos y talleres.


Autor: JC Navarro Marzo-Perpiñán. Psicólogo General Sanitario CV.14060.

Bibliografia:
Editorial. (2013). Escucha activa: http://www.escuchaactiva.com/articulos.htm
Madrid, J. (2006). El arte de comunicarse bien. Teléfono de la Esperanza. Madrid: Asites
Madrid, J. (2005). Los Procesos de la Relación de ayuda. Madrid: Desclée De Brouwer.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

VUELVE "ENTRE AMIGOS" AL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE VALENCIA.


Fiel a nuestra cita anual, al empezar un nuevo Curso vuelve uno de nuestros programas más demandados y queridos, el Programa "Entre Amigos". Se trata de una convocatoria abierta a todas aquellas personas que se sienten solas, tienen dificultades para comunicarse o buscan un espacio acogedor donde compartir vivencias y ser escuchado.

Es un Programa totalmente abierto a todos los que quieran compartir una tarde de sábado con otras personas y aprender algunas herramientas básicas que faciliten el desarrollo de su Inteligencia social. Nuestras puertas están abiertas a todo el mundo, sin distinción de nacionalidad, raza, color, ideología, religión, estatus socio-económico, edad (a partir de 18 años), etc.
Se realizan actividades grupales en grupos grandes y pequeños, dinámicas de encuentro personal y actividades que faciliten la confraternización de todos los asistentes.

Lo realizamos en sábados alternos, desde las 17'30 a las 21'30.

Si estás interesad@ en participar en él contacta con nosotros. El próximo sábado, día 28 de Septiembre, ponemos en marcha el Programa. Si te encuentras sol@ y deseas compartir un marco de comunicación y encuentro con otras personas, éste es tu espacio en el Teléfono de la Esperanza de Valencia. ¡Te esperamos!

viernes, 20 de septiembre de 2013

La violencia de género. Micromachismos y sus efectos

La violencia es uno de los temas de mayor relevancia en nuestra actualidad. Pese a no tratarse de algo nuevo, por estar arraigado en nuestra educación patriarcal, esta tomando relevancia por la denuncia pública de los medios de comunicación y la alarma social que ha suscitado.

El machismo no va en nuestro ADN, no es innato ni biológico, es algo ambiental que vamos aprendiendo y asimilando de nuestro entorno, tanto de forma tácita como explícita. Es cultural, esta imbricado en nuestra historia. Es pura manipulación, es querer controlar al otro, es perpetuar la asimetría del hombre sobre la mujer, es falta de respeto sobre la individualidad del otro, es imposición, dominio y sometimiento. Este desequilibrio es la causa de la violencia de género.

Toda desigualdad genera violencia, por lo que es importante definir un modelo de relación sano y funcional. Se hace, cada vez más necesario, plantear unas relaciones de género desde la igualdad y desde la equidad. La simetría entre ambos sexos es fundamental.

La génesis radica en el miedo y la rabia, siendo expresada de forma especial por los hombres, ante la imposibilidad de poder mostrar estos sentimientos por cauces normales, y estallando cuando ya no es posible contenerla en el interior.

Ya desde la escuela y en el hogar con la familia, aprendemos desde pequeños la jerarquía y la asimetría existente (los hombres hablan, las mujeres callan; los hombres no lloran, etc), el poder radica en el padre, el cuidado y la protección, en la madre.
Desde niños, en las formas de jugar y relacionarse, ya existen diferencias resaltables, que con el crecimiento y maduración, se van acentuando, creando formas distintas de entender la vida, las relaciones y la comunicación entre los dos sexos.

Según el modelo tradicional patriarcal de valores masculinos, la violencia es un elemento reforzador y reafirmante de la identidad masculina de los hombres, y es en este modelo patriarcal, donde se haya el origen de la desigualdad que genera la violencia de género.

Uno de los principales instrumentos de preservación y mantenimiento del sistema patriarcal ha sido la violencia de los hombres contra las mujeres. Ambos, hombres y mujeres, la aprenden en sus relaciones humanas como instrumento de acción y reacción, es lo que se ha dado en llamar violencia estructural, inherente al sistema social. La violencia derivada del patriarcado, es ante todo un elemento punitivo y/o de control. Todo acto de violencia en el seno de la familia, es un mecanismo de control, manifestado por agresión física, verbal y psicológica, ejercido con el fin de perpetuar el dominio hegemónico del patriarcado.

La violencia es un valor social para alcanzar ciertos logros en la sociedad, y lejos de disiparla, se mantiene y se lucha por defenderla como medio valido para alcanzar estos logros. Tanto la represión de la esfera emocional, como la del desarrollo del yo exterior, hacen difícil el equilibrio en el hombre, dando lugar a episodios de violencia incontrolada. Esa lucha por querer aparentar que se es un autentico macho y el refuerzo social del rol del hombre frente a la mujer, hacen que brote la violencia masculina.

El machismo duro y radical ya no se lleva, además seria fácilmente detectable, criticado y censurado. Pero el hombre no ha cejado en su empeño, es solo que ha modificado su estrategia para conseguir lo mismo mediante la sutileza y ocultación de los diferentes trucos secretos aprendidos a lo largo de su educación para “ser hombre”.

El carácter estructural de la violencia, hace que esta se muestre sutilmente en los espacios sociales, quedando invisibilizada por un manto normalizador y cotidiano y, algo que solo puede parecer un gesto, estaría reproduciendo estructuras de dominación y violencia. Según nos muestra Bonino (1998), existe una masculinidad soportada por elementos micro, que comportan machismo, (el los llama micromachismos, mM) y que conllevan una gran cantidad de microviolencias, sustentando estructuras típicas y tradicionales de dominación. Más allá de las agresiones físicas y psicológicas, tendríamos la violación del espacio personal (EP).

La efectividad de estas acciones para mantenerse por encima de las mujeres radica en la sutileza de las mismas, y de la naturalización de este machismo. Códigos secretos, trucos masculinos para retener poder, miradas excluyentes, todos ellos son machismos sutiles no explícitos que impiden la igualdad y apartan a las mujeres de acceder a los recursos sociales y personales que se les debería permitir. A estos actos sutiles de control y de machismo, se les ha dado en llamar “micromachismos mM”.

Los micromachismos son mínimos y cotidianos ejercicios del poder del dominio del hombre sobre la mujer, son comportamientos suaves y de baja intensidad, formas, modos tácitos y negados de uso y abuso de la imposición de las propias razones que permiten al hombre hacer lo que quiere sin permitir a la mujer poder estar en simetría.
Nuestro espacio personal EP es como nuestra vida, de modo que invadiéndola y coartándola, se esta limitando la libertad de la persona, y su autoestima. Los mM son muy eficaces para controlar la natural evolución de la mujer como ser humano hacia la autonomía, para evitar la posible dependencia de ella y para no perder control, dominio y seguridad en la relación, intentando hacer sentir a la mujer, menos que persona

Existen varios tipos de mM:
Los mM utilitarios, que intentan forzar la disponibilidad femenina aprovechándose de diversos aspectos “domésticos y cuidadores” del comportamiento femenino tradicional. Son especialmente aplicados en el ámbito de las responsabilidades domésticas (no responsabilizarse sobre lo domestico, abuso de la capacidad femenina para las tareas domesticas, ayuda al marido en lo laboral).
Los mM encubiertos, que pretenden ocultar su objetivo de imponer las propias razones abusando de la confianza y credibilidad femenina (creación de falta de intimidad, pseudonegociación, inocentización)
Los mM de crisis, que pretenden mantener la permanencia en el desigualatorio statu quo, cuando éste se desequilibra, ya sea por aumento del poder personal de la mujer o por disminución del poder de dominio del varón. Es como un mecanismos corrector de la asimetria desigualatoria (resistencia pasiva y distanciamiento, darse tiempo, aguantar el envite, refugiarse en el estilo).
Los mM coercitivos, que sirven para retener el poder a través de utilizar la fuerza psicológica o moral masculina (Uso expansivo-abusivo del espacio físico y del tiempo para-sí, apelación a la “superioridad” de la “lógica” varonil).

Una característica común a todos estos mM es la lógica machista del doble rasero por la que se rigen: “lo que vale para mí, no vale para ti”, situación que muestra con claridad quien decide el juego y los privilegios que se adjudica, esta visión esta enfrentada por la opuesta, donde la consigna “una voz, un voto” refleja la propuesta democrática de un rasero igual para todos, con iguales opciones de elección.
Ningún varón ejerce a la vez todos estos mM, pero casi todos los hombres, tienen pericia en el uso de varios de ellos.

La sutileza de la “toxicidad acumulativa” de los micromachismos, derivada del uso reiterativo y combinado de los mM, produce menoscabo psicológico y coarta la autonomía personal, perpetuando el desequilibrio de la mujer frente al hombre, solidificando su posición inferior. Por su invisibilidad, los mM con su afecto aditivo, producen un daño sordo y sostenido, agravando y perpetuando sus efectos, a la par que inhibe la defensa de la mujer por la imperceptibilidad de sus trampas manipulativas.

Los daños a la autonomía femenina, por la toxicidad que se crea, producen agobio, mortificación y menoscabo de la autonomía y autoestima de la mujer por el daño sordo y sostenido. Estas trampas manipulativas, provocan en las mujeres efectos como: sobreesfuerzo psicofísico, inhibición del poder personal y de la lucidez mental, deterioro de la autoestima y de la autocredibilidad, malestar difuso, irritabilidad crónica y hartazgo sin motivo. En el seno de la pareja, las estrategia mM, favorecen una relación asimétrica, disfuncional, con autonomía y desarrollo del varón a costa de la mujer.

En la actualidad, las mujeres se están dando cuenta de las estrategias manipulativas de los hombres y están empezando a conocer las sutiles trampas de los hombres, reconocen el lenguaje de acción y manipulación, han aprendido a desenmascarar estos comportamientos y se les reduce la culpabilización inducida por estas maniobras.

El cambio viene de la mano de que los varones, hagan una autocrítica real de su ejercicio naturalizado y cotidiano de sus privilegios de género y de ese automatismo heredado, y que se someta a un entrenamiento concreto para poder alcanzar la plena democracia de género.

Aparte de las acciones encaminadas por la administración de justicia, el verdadero camino esta en la prevención de la salud emocional.
Se deben aproximar posturas, pero que duda cabe que el mayor recorrido y esfuerzo lo tienen los hombres, debido a su punto de partida machista y patriarcal, y acabar con las luchas de poder.

Es necesario, un verdadero cambio temprano desde la educación, y desde los contenidos curriculares, que modifique la conducta de sumisión y victimización que hay arraigada en la sociedad y muestren a nuestros jóvenes la igualdad, que en justicia debería existir, y es desde las escuelas, los centros de asistencia primaria, actores sociales y las asociaciones de mujeres como podemos conseguirlo, y también deben producirse profundos cambios en los mensajes de los medios de comunicación que construyen el genero, ya que lo único natural, es el sexo que nos diferencia.


Autor: JC Navarro Marzo-Perpiñán. Psicólogo General Sanitario CV.14060.

Bibliografía:
Bonino, L. (1995). Micromachismos, En J. Corsi, La violencia masculina en la parejaBuenos Aires: Paidós.
Ruiz, C., Blanco, P. (2004). Las microviolencias y sus efectos: claves para su detección, La violencia contra las mujeres. Prevención y detecciónMadrid: Díaz de Santos.
Castañeda, M. (2002). El machismo invisible. México DF: Paidós.

jueves, 19 de septiembre de 2013

CAMPAÑA DE ADMISIÓN DE NUEV@S VOLUNTARI@S EN EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE VALENCIA


Como todos los años, al comenzar un nuevo Curso, en el Teléfono de la Esperanza de Valencia hacemos un llamamiento a todas aquellas personas que estén interesadas en colaborar con nosotros como voluntarios, en cualquiera de nuestros ámbitos de actuación: orientación por teléfono, profesionales (psicólogos, abogados, trabajadores sociales). Son muchas las personas que acuden a nosotros intentando ser útiles a los demás, dando un poco de sí mismos. 


Pero como sólo con buena voluntad no se realiza una ayuda eficaz, sino con nuestro propio esfuerzo formativo y crecimiento personal, ofrecemos una formación como "Agentes de Ayuda", pionera en la Unión Europea en la formación del voluntariado. A tal fín el próximo Lunes, día 23 de Septiembre, comenzamos en nuestra sede de Valencia, una nueva edición de nuestro SEMINARIO DE RELACIÓN DE AYUDA, dirigido a todas aquellas personas interesadas en colaborar con nosotros.

Todos los que estéis interesados habréis de poneros en contacto con nosotros,  a la mayor brevedad posible ,y enviarnos al correo electrónico   valencia@telefonodelaesperanza.org un breve curriculum personal, junto con vuestra petición de ser voluntari@ y los motivos que os mueve a ello, así como un teléfono de contacto. Inmediatamente nos pondremos en contacto con vosotr@s.


Os recordamos que para ser voluntari@ del Teléfono de la Esperanza, no se requiere una titulación especifica (salvo los psicólogos, que deben ser titulados), sino simplemente ser mayor de edad, tener un mínimo de disponibilidad horaria y estar dispuesto a formarse en algo tan delicado como prestar ayuda emocional urgente a personas en crisis, en la que toda formación siempre es poca.
Desde estas páginas os animamos a dar un paso adelante para tender una mano amiga y solidaria a cuantos la puedan necesitar, sin olvidar que ayudando a los demás nos ayudamos a nosotros mismos.


Te adjuntamos el enlace al seminario:

miércoles, 18 de septiembre de 2013

10 consejos para desarrollar la resiliencia en niños y adolescentes


RESILENCIA: Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e, inclusive, ser transformado por ellas (Grotberg, 1995).


Tendemos a idealizar la niñez como una época sin problemas, pero la tierna edad por sí sola no ofrece ninguna protección contra los daños emocionales y los traumas que pueden afrontar los niños. Se les puede pedir a los niños que enfrenten problemas, como adaptarse a una nueva clase, ser intimidados por sus compañeros o incluso al abuso en el hogar. Si sumamos a eso la incertidumbre que forma parte del crecimiento, la infancia puede ser cualquier cosa menos una época sin problemas. La aptitud para desarrollarse, a pesar de estos desafíos, surge de la capacidad de resiliencia.

Todos podemos desarrollar resiliencia y ayudar a que nuestros hijos la desarrollen también. Implica conductas, pensamientos y acciones que pueden aprenderse con el paso del tiempo. A continuación, presentamos consejos para desarrollar la resiliencia.
  1. Establezca relaciones
    Enséñele a su hijo cómo hacer amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del otro. Anime a su hijo a ser amigo para poder tener amigos. Desarrolle una red familiar fuerte para respaldar a su hijo ante las desilusiones y heridas inevitables. En la escuela, hay que estar atento al hecho de que ningún niño esté aislado. Relacionarse con las personas brinda apoyo social y fortalece la resiliencia. Algunos encuentran consuelo recurriendo a un poder supremo, mientras que otros lo hacen a través de una religión organizada o en forma privada y tal vez usted desee introducir sus tradiciones religiosas a su hijo.
  2. Ayude a su hijo haciendo que ayude a otros
    Ayudar a otros puede permitirle a los niños superar la sensación de que no pueden hacer nada. Anime a su hijo a realizar trabajos voluntarios apropiados para su edad, o pídale ayuda con alguna tarea que él pueda realizar. En la escuela, realice una sesión creativa con los niños buscando maneras de ayudar a los demás.
  3. Mantenga una rutina diaria
    Respetar una rutina puede ser reconfortante para los niños, en especial para los más pequeños que anhelan estructuras en su vida. Anime a su hijo a desarrollar sus propias rutinas.
  4. Tómese un descanso
    Si bien es importante seguir las rutinas, preocuparse incesantemente puede resultar contraproducente. Enséñele a su hijo cómo concentrarse en algo distinto a lo que le preocupa. Dese cuenta de las cosas a las que su hijo está expuesto y que puedan ser inquietantes; sean noticias, Internet o conversaciones que oyen por casualidad y asegúrese de que su hijo tome un descanso de esas cosas si le causan inquietud. Si bien las escuelas son responsables del rendimiento en exámenes estandarizados, destine un tiempo no estructurado durante el día escolar para que los niños desarrollen su creatividad.
  5. Enseñe a su hijo a cuidar de sí mismo
    Dé un buen ejemplo y enséñele a su hijo la importancia de darse tiempo para comer como es debido, hacer ejercicios y descansar. Asegúrese de que su hijo tenga tiempo para divertirse y de que no tenga programado cada minuto de su vida sin ningún momento para relajarse. Cuidarse e incluso divertirse ayudará a su hijo a mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
  6. Avance hacia sus metas
    Enséñele a su hijo a fijarse metas razonables y luego a avanzar dando un solo paso a la vez para lograr alcanzarlas. Avanzar hacia esa meta, incluso con un paso muy pequeño, y recibir elogios por hacerlo hará que su hijo se concentre en su logro en lugar de fijarse en lo que no logró y puede ayudarle a desarrollar resiliencia para salir adelante ante los desafíos. En la escuela, divida las tareas grandes en pequeñas metas alcanzables por los niños más pequeños, y para los más grandes, reconozca los logros a medida que avanzan hacia las metas mayores.
  7. Alimente una autoestima positiva
    Ayude a su hijo a recordar cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y luego ayúdelo a entender que esos desafíos pasados lo ayudan a desarrollar la fortaleza para manejar desafíos futuros. Ayude a su hijo a que aprenda a confiar en sí mismo para resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas. Enséñele a su hijo a tomar la vida con humor y la capacidad de reírse de sí mismo. En la escuela, ayude a los niños a ver cómo los logros individuales contribuyen al bienestar de la clase como un todo.
  8. Mantenga las cosas en perspectiva y una actitud positiva
    Incluso cuando su hijo esté enfrentando sucesos dolorosos, ayúdelo a ver la situación en un contexto más amplio y a mantener una visión de largo plazo. Si bien su hijo puede ser demasiado joven para ver las cosas a largo plazo por sí mismo, ayúdelo a ver que existe un futuro más allá de la situación actual y que el futuro puede ser bueno. Una actitud optimista y positiva le permite a su hijo darse cuenta de las cosas buenas de la vida y seguir adelante incluso en los momentos más difíciles. En la escuela, utilice la historia para mostrar que la vida sigue después de las adversidades.
  9. Busque oportunidades para el autodescubrimiento
    Los momentos difíciles suelen ser los momentos en los que los niños aprenden más sobre sí mismos. Ayude a que su hijo vea cómo a lo que se está enfrentando puede enseñarle a entender de qué está hecho. En la escuela, considere conversaciones sobre lo qué ha aprendido cada estudiante después de enfrentarse una situación difícil.
  10. Aceptar que el cambio es parte de la vida
    Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes. Ayude a su hijo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables. En la escuela, señale cómo los estudiantes cambiaron a medida que avanzaban al siguiente grado y analice cómo ese cambio ha tenido un impacto sobre ellos.

La resiliencia y los niños en el jardín de infancia
Los niños muy pequeños apenas acaban de aprender a caminar y hablar y es posible que no sean capaces de expresar sus ansiedades y temores. Si bien usted puede pensar que son demasiado pequeños para entender lo que está sucediendo, incluso los niños muy pequeños pueden asimilar los sucesos aterradores de las noticias o conversaciones que oyen por casualidad.
Observe en sus hijos señales de miedo y ansiedad que no puedan ser capaces de expresar con palabras. ¿Están sus hijos demasiado dependientes y necesitan más abrazos y besos de lo habitual? ¿Comenzaron sus hijos a hacerse pis en la cama o chuparse el dedo después de que usted pensó que habían dejado atrás esa conducta? Pueden estar sintiendo la presión de lo que está sucediendo en el mundo a su alrededor. Use el juego para ayudar a sus hijos a expresar sus temores y anímelos a usar o simular juegos para expresar lo que no pueden decir con palabras.
Use a su familia como un manto protector para sus hijos: envuélvalos en la estrecha relación familiar y asegúrese de que sus hijos compartan mucho tiempo en familia. Durante las épocas de estrés y cambio, comparta más tiempo con sus hijos jugando, leyéndoles o simplemente teniéndolos cerca.
Los niños pequeños en especial adoran las rutinas y los rituales. Si la hora de dormir es un momento para leerles cuentos a sus hijos, asegúrese de mantener ese tiempo para los cuentos. Su hijo puede ser menos capaz de manejar el cambio cuando está atravesando un momento especialmente difícil.

La resiliencia y los niños en primaria
Los niños pueden comenzar en la escuela primaria a toparse con grupitos exclusivos y tomaduras de pelo que pueden ocurrir a medida que ellos empiezan a establecer el "orden social" de sus escuelas. Cuando comienzan a estudiar temas acerca del mundo fuera de su hogar, buscan a sus maestros y a sus padres para sentirse seguros y para que los ayuden a entender.
Asegúrese de que su hijo tenga un lugar donde se sienta seguro, ya sea su casa o su escuela (idealmente, deberían sentirse seguros en ambos lugares).
Hable con sus hijos. Cuando le hagan preguntas, respóndalas de manera franca pero simple y usando palabras tranquilizadoras precisas que no den lugar a dudas, como "Siempre te voy a cuidar". No pase por alto sus miedos cuando se los planteen.
Cuando existe una situación fuera del hogar que resulta atemorizante, limite la cantidad de noticias que sus hijos ven o escuchan. No es necesario esconder a los niños de lo que sucede en el mundo, pero tampoco deben estar expuestos a relatos constantes que empeoren sus temores.
Tenga en cuenta que el estrés adicional puede agudizar las tensiones cotidianas. Sus hijos normalmente pueden ser capaces de manejar un examen aplazado o una burla, pero sea comprensivo al hecho de que pueden reaccionar con enojo o mala conducta al estrés que por lo general no los afectaría. Tranquilícelos diciéndoles que sólo espera que hagan el mejor esfuerzo posible.

La resiliencia y los estudiantes en secundaria (ESO)
Incluso sin traumas importantes, la escuela secundaria puede ser un período especialmente difícil para muchos niños que luchan por cumplir exigencias extracurriculares y evitar nuevas dificultades sociales. Buscan a sus maestros y amigos, así como a sus padres, para sentirse seguros.
Refuerce la empatía y ayude a su hijo a no perder de vista la verdadera dimensión de las cosas. Cuando su hijo sea víctima de alianzas sociales cambiantes formadas en la escuela intermedia, ayúdelo a entender que los demás niños pueden sentirse igualmente solos y confundidos y a ver más allá de la situación actual; en la escuela intermedia las alianzas que cambian de una manera pueden volver a ser como antes a la semana siguiente.
Hable con su hijo sobre sus propios sentimientos ante situaciones de estrés extraordinario, como la muerte de un ser querido. Es probable que su hijo tenga la edad suficiente para darse cuenta de algunas áreas poco definidas en sus sentimientos, pero no debe dar lugar a dudas cuando le dice qué usted hará lo que sea necesario para mantenerlo seguro. Si su familia no tiene un plan para emergencias, prepare uno y coméntelo con su hijo de modo que sepa que hay acciones decisivas que puede tomar en una emergencia.
Haga que su hijo le ayude, ya sea en una tarea o dando su opinión acerca de una actividad familiar. Incluya a sus hijos en alguna actividad de voluntariado que usted realice. Asegúrese de que sus hijos sepan cómo sus acciones contribuyen al bienestar de toda la familia. Si sus hijos saben el papel que deben desempeñar, y pueden ayudar, sentirán que tienen mayor control y también se sentirán más seguros.

La resiliencia y los estudiantes de secundaria (Bachiller y FP).
Si bien sus hijos adolescentes pueden haberle superado en estatura, siguen siendo muy jóvenes y pueden sentir intensamente el miedo y la ansiedad de las tensiones propias de la adolescencia así como de los sucesos en su alrededor. Las emociones pueden ser volátiles y superficiales durante la adolescencia y puede resultar difícil para usted hallar la mejor forma de identificarse con su hijo adolescente.
Converse con sus hijos siempre que pueda, incluso si parece que no quisieran hablar con usted. A veces el mejor momento para hablar puede ser cuando van juntos en el auto; otras veces puede ser cuando hacen los quehaceres juntos, permitiendo que su hijo adolescente tenga la mirada puesta en otra cosa mientras conversan. Cuando sus hijos adolescentes le hagan preguntas, respóndales francamente pero en tono tranquilizador. Pídales su opinión sobre lo que está sucediendo y escuche sus respuestas.
Haga de su hogar un lugar emocionalmente seguro para sus hijos adolescentes. En la secundaria, las provocaciones e intimidaciones pueden intensificarse, el hogar debe ser un refugio, en especial a medida que sus hijos adolescentes adquieren más libertades y opciones y consideran al hogar como una constante en su vida. Sus hijos pueden preferir estar con amigos en lugar de compartir tiempo con usted, pero prepárese para brindarle mucho tiempo en familia cuando lo necesiten y reserve tiempo en familia que incluya a sus amigos.
Cuando sucedan cosas estresantes en el mundo, aliente a su hijo adolescente a tomarse descansos de las noticias, ya sea que las obtenga de la televisión, revistas, diarios o Internet. Use las noticias como un medio para iniciar conversaciones. Los adolescentes pueden actuar como si se sintieran inmortales, pero aún así quieren saber que estarán bien. Las pláticas francas sobre sus temores y expectativas pueden ayudar a que su hijo, que está en la escuela secundaria, aprenda a expresar sus propios temores. Si su hijo adolescente habla con dificultad, anímelo a escribir un diario o a recurrir al arte para expresar sus emociones.
Muchos adolescentes sienten altas y bajas emocionales extremas debido a los niveles hormonales en sus cuerpos; esto sumado al estrés o el trauma puede hacer que estos cambios parezcan más extremos aún. Sea comprensivo pero firme cuando los adolescentes reaccionen al estrés con hosquedad o enojo. Tranquilícelos diciéndoles que sólo espera que hagan el mejor esfuerzo posible.

El camino a la Resiliencia.

Desarrollar resiliencia es una senda personal y para guiar a sus hijos en este recorrido debe hacer uso del conocimiento que tiene de ellos. Una estrategia para desarrollar resiliencia que funciona para usted o su hijo puede no funcionar para otra persona. Si parece que su hijo está estancado o abrumado y no puede seguir los consejos que se detallan anteriormente, considere la posibilidad de hablar con alguien que pueda ayudarlo, como un psicólogo u otro profesional de la salud mental. Buscar apoyo o guía puede ayudar a que su hijo fortalezca su resiliencia y persevere en momentos de estrés o trauma. La información contenida en este artículo no debe usarse como una sustitución de una consulta con un profesional de salud o salud mental. Las personas que creen que pueden necesitar o beneficiarse de atención profesional deben consultar a un psicólogo u otro profesional autorizado.


Fuente:Asociación Americana de Psicología

lunes, 16 de septiembre de 2013

GHISLAINE LANCTÔT, MÉDICO DEL ALMA



Ghislaine Lanctôt: “El estado del alma determina la salud”
Entrevista de Marta Gómez Esteban

“Siempre hay un conflicto a raíz de una enfermedad, pero si yo identifico el conflicto y lo soluciono, la enfermedad se va.”
Desde que Ghislaine publicó su primera obra en la que pone en tela de juicio el funcionamiento del sistema médico –por ocuparse de la enfermedad, más que de la salud–, muchas conciencias han quedado inquietas. Para avivar estos temas, la autora, que transmite paz y seguridad, nos ha concedido un poco de su tiempo para compartir con los lectores su filosofía de vida.

Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt nació en 1941, su padre y su abuelo eran farmacéuticos y ella empezó la carrera de Medicina para complacerles. «Yo quería ser filósofa. Pero creía que lo de pensar no iba a aportarle nada a la gente. Pensé, voy a hacer algo útil, que beneficie a la población, y como me crié en este ambiente decidí hacer la carrera de Medicina. Al final he dejado todo eso y lo que hago ahora es lo que quería hacer desde el principio».

Guislaine está divorciada y tiene cuatro hijos. «Lo que a mí me abrió los ojos –continúa la escritora– fue mi divorcio. Es lo que me despertó. Cuando los niños se marchaban a casa de su padre tenía tiempo para mí, no sabía lo que era eso, me había olvidado de mí misma. Yo trabajaba pero me ocupaba mucho de la familia, para mí era la prioridad. Entonces, como un fin de semana de cada dos, no tenía a los niños, estaba obligada a ocuparme de mí misma y es así como empecé a evolucionar, a conocer gente y a descubrir cosas, a salir de la prisión de la familia. Después de esto, viví seis años en Estados Unidos. Yo nací en Montreal (Canadá), pero entre 1984 y 1990 estuve en Estados Unidos. Esta experiencia me abrió los ojos sobre lo que es el negocio de la medicina porque es así como lo llaman allí. En Europa y en Canadá hacen creer que es como trabajar por el bien del enfermo, que es un tema social. A la vuelta de Estados Unidos, escribí La mafia médica cuya primera edición se publicó en 1994».
El colegio médico le puso una demanda, el proceso duró un año y desde entonces la escritora imparte seminarios para que la gente entienda y tome conciencia de que es el estado del alma lo que determina la salud mental. «Cómo mejorar el estado de mi alma para mejorar el estado de mi cuerpo», dice Ghislaine.

Su visión actual de la salud es completamente distinta a cuando era médico ¿En qué momento y por qué dio usted un giro radical a su carrera?
A lo largo de los años empecé a ver cosas que no me parecían sensatas, que no tenían lógica, como por ejemplo, seguir dando medicamentos aunque no funcionaran, aunque no se curara la persona. Yo no entendía, por ejemplo, como en un cáncer se aplicaba la quimioterapia si lo que hace es enfermar aún más a la persona que acaba por morirse de todos modos.



Cuando aparecieron las medicinas suaves pensé que eso era interesante, y yo he ido a encontrarme con personas que practicaban la medicina alternativa y entonces me di cuenta de que lo que hacían era muy interesante, incluso mejor que lo que hacíamos nosotros en la medicina convencional. Esas personas me acogieron, me mostraron lo que hacían, cómo actuaban. Y yo pensé: ¿por qué no nos han enseñado esto a los demás médicos? ¿Cómo puede ser que no lo enseñen en la facultad y que además a estas personas las tachen de charlatanes y de estafadores? Yo me encontré con ellos y vi que eso no era cierto, no eran charlatanes. Así fue como me empecé a plantear cosas. Cuando acabé la carrera de medicina yo estaba convencida de que hacia el año 2.000 ya no habría más enfermedad en el mundo, tenía una confianza ciega en la medicina que me habían enseñado. Sin embargo, veía que el tiempo pasaba y que la salud de las personas iba empeorando. Me percaté también de que medicamentos que no funcionan se siguen recetando, y que se practicaba una guerra en contra de las medicinas alternativas. Además, yo era flebóloga y había abierto centros de flebología en distintos lugares del país, lo que me llevó a experimentar de cerca el negocio de la medicina tradicional. Y ahí sí que entendí muchas cosas.


¿Qué papel juegan para usted las medicinas alternativas?
Las medicinas alternativas producen un bienestar más interesante que el que proporciona la medicina convencional. La medicina convencional corta, quema y envenena. Corta con las operaciones, envenena con la quimio y con los rayos. Las medicinas suaves pueden poner orden de forma temporal en el cuerpo, pero como el problema está en el alma, antes o después habrá que afrontar el problema del alma.
Es el alma quien enferma a los demás cuerpos. Por ejemplo: mi trabajo ya no me conviene, tengo náuseas por la mañana cuando pienso que tengo que ir a trabajar, entonces empieza a dolerme la espalda, las rodillas, el estómago… Puedo ir a ver a alguien que practique la medicina suave, va a ayudar a mi cuerpo, puedo tener tratamientos de técnicas energéticas que ayuden a mi cuerpo emocional y mental; pero hasta que no solucione lo que pasa con mi trabajo voy a seguir enfermando porque mi alma me dice «sal de ahí». Es interesante, porque el alma entrega un mensaje cada vez más fuerte y cuando no lo entiendes “te lanza un ladrillo a la cabeza”: un accidente en auto, un divorcio, alguien que muere en la familia, una enfermedad, perder el trabajo… Algo fuerte para que tú reacciones.



Desde su punto de vista como «médica del alma» ¿cree que hay alguna solución a este tipo de enfermedades?

Nunca es demasiado tarde, la sanación puede ocurrir en cualquier momento.

¿A usted le va bien esta filosofía de vida?
A mucha gente le funciona, no sólo a mí. No es el médico el que puede sanarme.

Cada vez hay más casos de cáncer cuyos enfermos reciben quimioterapia. ¿No cree que en algunos casos la quimioterapia cura?
La quimioterapia es veneno. Normalmente no hace bien a nadie. Hay que saber que hay siempre un conflicto, cualquier enfermedad es psicosomática. Siempre hay un conflicto a raíz de una enfermedad, pero si yo identifico el conflicto y lo soluciono, la enfermedad se va. Así entendí que la medicina está totalmente controlada por el dinero. Entonces, lo que nosotros hacíamos como médicos era enfermar más a las personas para así generar ganancias para la industria. Entonces, ¿qué es la salud? En la facultad sólo me enseñaron lo que es la enfermedad. Entonces, ¿qué es gozar de buena salud? Yo llegué a la conclusión de que el cuerpo sólo manifiesta el estado del alma. Y cuando mi cuerpo está enfermo es porque mi alma está enferma. Entonces el cuerpo por sí solo no enferma, es como un espejo que refleja lo que pasa dentro. Para ver mi alma, miro mi cuerpo y veo lo que hay en mi alma. Entonces no sirve de nada tratar sólo el cuerpo. Hay que mirar el alma, ¿qué es lo que no funciona en el alma, cuál es la enfermedad del alma? Es la guerra. Porque mi alma me dice internamente que haga algo y mi ego me dice que haga lo contrario. Entonces hay una guerra interna. La enfermedad es siempre la manifestación de un conflicto dentro de mí. Hay dos aspectos: el cuerpo y el alma. ¿Qué quiere el alma? El alma quiere la emancipación del Ser y el cuerpo quiere la seguridad del haber, del tener. Cada uno tira por un lado, el estrés significa la guerra interior. Cuando trato el alma, todo el cuerpo se alinea sobre este equilibrio. No quiero decir que no haya que cuidar el cuerpo físico, sino hacer las cosas en el orden correcto. Primero el alma, después el cuerpo mental, después el cuerpo emocional y después el cuerpo físico. Y lo solemos hacer al revés. La medicina convencional se encarga del cuerpo físico, y no trata el resto.

¿No cree que la propia sociedad demanda que el médico se ocupe del cuerpo físico y le dé una medicina para el dolor?
La sociedad misma, nosotros somos los que creamos esta mafia a nuestra imagen y semejanza. El problema es que damos prioridad al «tener» sobre el «ser», ése es el desorden, priorizar el cuerpo en vez del alma. Para volver al orden hay que dar prioridad al alma en lugar de otorgársela al cuerpo, eso genera orden, paz y salud.

Eso es mucho más complicado que tomarse una pastilla…
Cierto, pero ¿qué hace una pastilla? Te da la ilusión de que estarás mejor, pero con el tiempo reaparecen los síntomas.

En el caso de la malaria, por ejemplo, alguien sano se enferma por beber agua contaminada, ¿también en este caso insiste en su teoría?
Esto es válido para todo. No hay ningún microbio exterior que haga enfermar, soy yo la creadora de mis enfermedades. Y ésta es la verdadera enfermedad del alma, el no saber que soy yo quien la está creando. Como yo pienso que no soy responsable, me imagino creadores exteriores: microbios, tumores, etc. Con esta estructura de pensamiento voy generando la guerra hacia los factores exteriores. Y por eso se crearon las vacunas. ¿Qué son las vacunas? Dar la enfermedad de forma más debilitada para que el cuerpo reaccione. Es decir, no tengo la enfermedad pero si algún día la contraigo, sería menos grave porque ya me he puesto la vacuna. Es algo de locos. Vivir en el desorden lleva a este tipo de locuras.

Pandemias y el control mundial
Cerca de donde vivo había una experta muy seria que vino de parte de las autoridades médicas y nos ha dado cifras: en el plazo de nueve años se murieron cerca de 152 personas de gripe aviar en el mundo, solo en Canadá mueren cada año 10.000 personas por errores médicos, no de enfermedad sino de equivocaciones. ¡Yo creo que más bien habría que vacunar a los médicos!
Toma el caso de la pandemia por el virus N1H1. Nunca hubo epidemia, nunca hubo nada. Entonces se creó una pandemia a escala mundial, en la cual se gastaron millones de dólares para tratarla pero no hubo nada. Esto está en preparación desde hace muchos años. Ahora llevamos cinco años oyendo hablar de una nueva pandemia. ¿Cómo se puede anunciar que va a haber una pandemia? Una epidemia surge, ocurre, pero no la puedo prever, es un montaje. Es una forma de manipulación mental para llevarles a pensar que va a ocurrir una epidemia. Y un día, cuando ocurra, las autoridades dirán que ya lo habían previsto. Es algo que está preparado desde hace mucho tiempo, hay un proceso escondido detrás de esto. Yo no sé exactamente lo que es, puede ser, por ejemplo, ponerle a todo el mundo un chip electrónico porque cuando hay una campaña de vacunación se puede poner cualquier cosa en la jeringa. Así que es posible que haya una estrategia que consista en decir que hay una epidemia y que hay que vacunar a todo el mundo y entonces pondrían el microchip. Yo estoy segura de que hay algo detrás, un propósito escondido en decir que hay una epidemia y que hay que tener cuidado. Es una hipótesis. De todos modos sea para lo que sea el propósito es el control sobre la población.

¿Tiene todo esto algo que ver con la trilogía de la mentira de que habla en su libro La mafia médica?
Hablo mucho de las vacunas en el libro y lo que yo digo a este respecto en el libro, es lo que desencadenó la ira del colegio médico. Porque las vacunas no se tocan, son sagradas, puedes hablar de cualquier cosa; la industria, los medicamentos… pero cuidado con las vacunas. Porque las vacunas otorgan importantes ganancias a la industria, pero a las personas les puedes transmitir cualquier cosa. La vacuna es un medio para producir genocidios con un blanco específico.

Cuando se quiere distribuir a un pueblo o a una raza, la administran, mira lo que está ocurriendo en África. Ellos lo llaman sida, pero ¿qué significa sida? «Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida». Entonces es el propio sistema inmunitario que se ha debilitado, de modo que cualquier afección es mucho más grave.


¿Quién está detrás de toda esta estrategia?
Los que mandan. Hay un gobierno mundial que tiene todos sus ministerios, para la salud es la OMS, pero también están la UNESCO, UNICEF, FAO, FMI, Banco Mundial, etc. Todos los países miembros de la ONU obedecen las órdenes del gobierno mundial.


¿Ve solución para esta situación?
Sí, sino vamos mal. La solución que yo propongo es la soberanía individual. Es tomar conciencia como persona individual de que soy yo la que tiene el verdadero poder. Por ejemplo, los McDonald’s, cuando la gente deja de ir a estos restaurantes. Si yo dejo de comprar y de dar dinero a las multinacionales ya no valen nada, no ganan dinero. Si los enfermos dejan de ir al médico, se derrumba el sistema médico, si dejo de pagar impuestos no hay gobierno. Entonces ¿dónde está el verdadero poder?, en la persona y la palabra soberanía, significa el poder último, el más alto, que siempre hemos pensado que estaba fuera y está dentro de nosotros.
Si pensamos en el poder más elevado, pensamos en Dios. Y ¿qué es Dios? Es el espíritu que crea todo el universo y esto está dentro de uno, no fuera. La solución viene cuando yo tomo conciencia de quién soy verdaderamente y que voy a comportarme tal y como yo soy, encontraremos la salud perfecta y la inmortalidad, que es más interesante que morir ¿no?


Y ¿Cuál es el primer paso que debemos dar?
Si voy buscando el amor exterior, sufro. Si vivo con amor por mí, enfocado hacia mi interior, no por miedo de lo que la gente pueda pensar de mí, mi salud mejora.
Por ejemplo, toco aquí y siento un bulto en el pecho. Tengo dos posibilidades o me quedo aquí quieta y no hago nada, o me voy corriendo al médico. Si voy al médico me va a decir que tengo un cáncer. En la mente está escrito «Cáncer igual a muerte». Entonces si yo he sentido miedo y he ido al médico, el doctor me ha asustado aún más y me recomienda quimioterapia. A mí eso no me agrada porque la gente que conozco que se la ha hecho se pone verde, siente náuseas, no tiene pelo y tienen un estado muy debilitado y triste. Entonces cada vez tengo más miedo, cada vez estoy más enferma y cada vez me acerco más a la muerte.
Eso ocurre si tomo la opción del médico. En el otro caso mi cuerpo me muestra que hay un conflicto interno, el bulto en este pecho es un regalo que me hago a mí misma, no quiero quitármelo, es mi espejo el que me está indicando algo. Le voy a decir al bulto: ¿qué tienes que decirme?, háblame. Gracias por manifestarte. Te escucho, háblame de mi conflicto. Entonces yo digo a mi alma: te dejo libre. Voy a vivir y sentir el miedo a morir. De esta forma yo puedo sanar definitivamente, no una remisión temporal si no una verdadera sanación.
Por ejemplo, ¿qué es un divorcio? Una ruptura. Algo me dice: «no, no te tienes que divorciar, quédate junto a esa persona» y algo me dice: “no, ya se acabó”. Actualmente hay más divorcios porque la conciencia se eleva y la gente hace más caso a sus sentimientos. El divorcio y dejar un trabajo no son buenas opciones para la seguridad del haber. Hay cada vez más personas que dejan carreras brillantes porque ya no le encuentran sentido a lo que hacen. Es normal porque la conciencia se eleva.
Si no hago caso a mi alma y sigo en ese trabajo me enfermo y cuando voy al médico me manda antidepresivos. ¿Y qué son los antidepresivos? Son drogas que hacen que yo ya no sienta nada. «Mi trabajo está bien, seguiré con él». Con ayuda de estas pastillas soy efectivo y puedo seguir pagando el dividendo.
Algo que causa mucho estrés es el endeudamiento de las familias. Una manera de sanarse es salir de este sistema de endeudamiento porque supone esclavitud. Es la «simplicidad voluntaria», es un movimiento social de gente que lo adopta deliberadamente, de forma que las necesidades materiales dejan de ser la prioridad en mi vida y más bien es el alma lo prioritario. La «simplicidad voluntaria» consiste en reducir las necesidades materiales. Por ejemplo si tengo una casa grande con un dividendo muy elevado, un autazo que haga juego con la casa, hijos que visten de marca, van a un colegio privado, etc. Todo eso cuesta dinero y tengo que seguir trabajando, pero ya no me gusta mi trabajo y ahí estoy preso… y eso es un estrés tremendo. La persona piensa que no tiene salida: «si dejo mi trabajo ya no seré capaz de ofrecer caprichos a mis hijos, perderé a mis amigos “bien”, mi prestigio, mi mujer, reputación…» No se puede imaginar la vida sin nada de eso, pero es posible. Vendo la casa, vendo el auto, vamos a una casa más pequeña, los niños dejan de ir al colegio tan caro y se les manda a uno normal y así tengo tiempo para mi alma. Eso es realmente la salud, esas cosas de la vida cotidiana son las que hacen que mi salud esté mejor o peor.


Usted demostró ser muy valiente cuando escribió el libro La mafia médica, que le costó la expulsión del colegio de médico, supongo que vivió un conflicto importante. ¿Cómo se decidió a dar el paso?

Yo sabía que publicando ese libro se acababa para mí la carrera de medicina. Yo me acuerdo de ese momento y me dije: «Si no escribo este libro, me muero». Quizás no hubiera muerto rápidamente, pero sí a nivel del alma. No fue tan difícil, más difícil fue dejar mi papel de «buena madre».


¿A qué se refiere?
Mis niños ya no lo son, ya no soy madre. Tuve que dejar de preocuparme por mis hijos. Un pasaje importante fue que mi casa ya no era más su casa. Yo tengo dos hijas y cada una de ellas había dejado en mi casa dos tazas para el desayuno. Hace más de un año llegó una amiga y me ofreció dos tazones, no tenía sitio para ponerlas todas y decidí quitar las tazas de mis hijas. ¡Eso fue tremendo! Era un símbolo del vínculo con mis hijas y se trataba de cortar ese tipo de lazos. Entonces una dijo que “vale” y la otra dijo que “ni hablar” y volvió a colocar la taza en su sitio. Yo le dije: «pues tú haz lo que quieras, pero yo ya he hecho lo que tenía que hacer».


El desapego, entonces, ¿tiene que ver con conseguir una buena salud?
Sí, cuando estoy apegada a algo es que tengo miedo de perderlo y si tengo muchos apegos no puedo avanzar. Con mi libro La mafia médica todo se fue: el título de médica, la profesión… Cada uno tenemos cargas y apegos distintos.


Artículo aparecido originalmente en revista Natural.

La mafia médica. Ghislaine Lanctôt

La mafia médica es el título del libro que le costó a la doctora Ghislaine Lanctot su expulsión del Colegio médico y la retirada de su licencia para ejercer medicina. Se trata probablemente de la denuncia publicada más completa, integral, explícita y clara del papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el Sistema Sanitario y la industria farmacéutica. El libro expone, por una parte, la errónea concepción de la salud y la enfermedad que tiene la sociedad occidental moderna, fomentada por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando el más lucrativo de los negocios.

El Teléfono de la Esperanza de Valencia no comparte necesariamente los contenidos y opiniones publicados en esta entrada del Blog ,siendo responsables de las mismas, aquellos que las emiten, aunque consideramos que por su interés y relevancia merecen ser conocidas por nuestros lectores, para tener una amplia visión de la Salud Emocional, desde diferentes perspectivas. Lo que hacemos constar a los efectos oportunos.