jueves, 2 de enero de 2014

LA FUNCIÓN EDUCADORA DE LOS PADRES

La tarea educativa de los padres se abre en dos posibilidades: directa e indirecta.

Educación directa
Es el conjunto de acciones educativas que los padres realizan ellos personalmente: hablar, cuidar, instruir, acariciar, jugar, dar normas, etc. Estas acciones educativas comportan adheridas una responsabilidad educativas directa: Cómo actuamos con nuestros hijos, qué conductas les ofrecemos como ejemplo, cuáles valoramos y cuáles corregimos.
Todos sabemos la importancia que tienen para los hijos el trato, el contacto, las palabras, el tiempo y el ejemplo de los padres. Tanto es así que algunos hijos se quejan, con amargura de su falta. Algunos hijos han llegado a decir: ¡Padre, no necesito tu dinero, te necesito a ti!
No sólo es padre el que engendra, es mucho más padre el que educa.
Sin duda, la educación directa que hacen los padres es una gran tarea, capaz de ocupar e ilusionar.
A veces, capaz de hacer perder los nervios más templados, pero….  también llena de momentos inolvidables, tanto para los padres como para los hijos.
Recuerdo y rememoro con frecuencias los muchos que yo mismo he pasado, tanto con mis padres como con mis hijos.

Educación indirecta
Es el conjunto de acciones que hacemos para mejorar el entorno educativo de nuestro hijo: elegir la escuela, hablar con los maestros, conocer y cuidar la relación con sus amigos, tener relación con los padres de esos amigos, colaborar en las mejoras del barrio, ayudar o presionar para que funcionen los servicios sociales.
Pensaréis que eso no es competencia vuestra, pero entonces ¿de quién es? A los padres nos interesa que el mundo en que van a vivir nuestros hijos sea lo más hospitalario, amable, y justo posible.
Eso es importantísimo para ellos. Educar es un gran proyecto familiar que tiene una dimensión social y política (en sentido amplio) inevitable. El mundo educativo es un conjunto de influencias cruzadas y eso, si sabemos aprovecharlo, puede ser de gran ayuda. 

Algunas responsabilidades educativas indirectas:
La guardería, la escuela o el colegio. No basta escoger el mejor, es necesario vigilar y participar con el centro para que realmente sea bueno.                                            La Televisión, es imprescindible que los padres controlen los programas que ven sus hijos. La televisión tiene programas muy buenos, pero también existe mucha basura que puede perjudicar a personas no formadas, como son nuestros hijos.
Una buena medida puede ser ver la TV todos juntos y aprovechar para aclararles por qué pueden ver libremente unos programas y otros no, dado su alto contenido de violencia, de sexo o de enseñanzas contrarias a los valores que defiende la propia familia.
Internet, podemos decir lo mismo que de la televisión y añadir que es, si cabe, más peligrosa porque los hijos suelen moverse en internet mucho mejor que los padres y, además, suelen hacerlo en privado.
Los amigos, imprescindibles para el crecimiento global y armónico. Desconfío del niño solitario y encerrado en sí mismo, seguro que tiene algún problema oculto. Si este fuera el caso, será misión de los padres descubrirlo y buscar el remedio.
Hay amigos buenos y otro que se dicen amigos pero que no lo son. Estos últimos pueden causar mucho daño. Misión de los padres es saber con quién andan sus hijos, los adolescentes en particular. Una invitación a merendar puede dar mucha luz. 
(Fuente: Blog Familia,¡Eres grande!)


El Teléfono de la Esperanza de Valencia, consciente de la importancia de esta labor educativa de los Padres, pone a su servicio una nueva edición de nuestro Curso "Padres y Educadores", en él pretendemos dar herramientas útiles y prácticas para desarrollar nuestra labor educadora en la Familia. Muy próximamente realizaremos uno de ellos, si estás interesado en el mismo infórmate a través de este enlace:


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