miércoles, 31 de diciembre de 2014

EXPECTATIVAS PARA EL NUEVO AÑO

Comenzamos un nuevo año 2015, que despierta muchas esperanzas y expectativas, que si son lo bastante asequibles y las concretamos bien pueden mejorar nuestra vida. 

La llegada del año nuevo podemos vivirla con alegría y esperanza. Nosotros eso sí, debemos tomarnos algunos segundos para realizar una reflexión encaminada hacia evaluar lo que hemos cosechado en este año que termina: ¿Qué vamos a hacer? continuar con nuestro proyecto de vida o rehacer el camino, en el caso de que los planes no hayan salido del todo bien.

Crearse expectativas es un arma de doble filo, por un lado nos sirve para motivarnos y continuar pero, por otro lado, crearnos expectativas al fin y al cabo es predecir el futuro y lo que va a pasar en el futuro no se sabe. Con esto último, estaremos cometiendo uno de los errores más típicos el de colocar la mente en el sitio que no le corresponde. Nuestra mente si no es para medir, comparar, revisar, reflexionar o para comunicarnos, es utilizar la mente para lo que no es su función, así la invitamos a crear una película "a la carta” que actúe como tapadera de nuestros miedos y nuestras negaciones y esto, tiene un nombre, “autoengañarse".

Las expectativas son producciones mentales que proyectamos hacía el exterior y que creamos a la medida de nuestras propias carencias o incapacidades, son ilusiones depositadas fuera de nuestro control y que convertimos en creencias. Si quieres una decepción segura, crea expectativas. No debemos confundirlo, la motivación es un “motor” interno que manejamos nosotros, la expectativa en cambio es solo un “idea” depositada sobre el entorno con la esperanza de que sin más, nos devuelva exactamente lo que queremos.

Basamos nuestra vida en la espera, esperamos que nuestros hijos sean de tal manera, que nuestra pareja cambie o se de cuenta, que aparezca la relación “ideal”, que tal trabajo cubra nuestra motivación, que nuestros padres nos reconozcan, que el medico nos cure, que los políticos sean honesto... el caso es echar balones fuera, ¿os dais cuenta?. Esto cuándo no se cumple y falla nos decepcionamos. 

¿Qué puedo hacer?

- Vivir en el presente. Crearme metas a corto plazo y luchar para cumplirlas con mi propio trabajo y motivación.

- No esperar tanto de lo externo. La mayoría de las veces somos nosotros el motor de cambio de lo que nos rodea.

- Ser positivo. Buscar el lado positivo de las cosas. Controlar los pensamientos y huir del “Todo me va mal”.

- Ser objetivo. No ver sólo los aspectos negativos de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Reforzarnos y felicitarnos por los triunfos alcanzados.

- Quererse a uno mismo. Aceptarse y valorarse en su justa medida. Tener un buen concepto de uno mismo, sin caer en la soberbia.

- Asumir los problemas. Buscar las alternativas existentes para solucionar los problemas, pero hay cosas inevitables. Si la situación escapa de nuestro control, practica la aceptación.

- No exigirse demasiado. Debemos sentirnos contentos con nosotros mismos y reconocer nuestras limitaciones. No podemos abarcarlo todo, somos humanos no máquinas.

- Poner metas alcanzables. Ser realistas y conscientes de nuestras posibilidades. 

- No tener miedo al fracaso. Confiar en nosotros mismos y no temer a los errores, de ellos aprendemos. No debemos esperar la aprobación de los demás, así perdemos nuestra confianza y nuestro criterio.

En el Teléfono de la Esperanza de Valencia os deseamos un feliz año 2015 y os animamos a luchar por vuestras metas. 

"Todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos" 

Hasta el año que viene!! 


viernes, 26 de diciembre de 2014

NAVIDAD "ENTRE AMIGOS" 2014 EN EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE VALENCIA

Durante todo el año,en sábados alternos,el Teléfono de la Esperanza de Valencia abre de par en par las puertas de nuestra casa a todas aquellas personas de cualquier edad y condición,que buscan dar cobijo a su soledad y acuden para ello a nuestro Programa "Entre Amigos". Es uno de los programas más queridos de los que realizamos a lo largo del año.Siempre con carácter anónimo y gratuito. En él intentamos satisfacer las necesidades básicas de todas las personas que llaman a nuestra puerta:valoración,afecto,seguridad...e incluso,muy modestamente, biológicas,pues se ofrece a todos los asistentes un café y una merienda. Y todo ello lo hacemos con el vehículo de la comunicación. A través de ella,nuestros/as voluntarios/as acogen,escuchan,comparten,acompañan a tantas personas que vienen a cada sesión de "Entre Amigos". Una media de 50 o 60 personas,que llenan de vida y solidaridad nuestro salón de actos.


Llegadas las fiestas navideñas,el encuentro "Entre Amigos" tiene una connotación si cabe más especial. El pasado día 20 nos juntamos para celebrar la Navidad,pero también para celebrar todos esos encuentros que hemos venido realizando a lo largo del año.Y lo hacemos "entre amigos",pues amigos nos hacemos aprendiendo a compartir y a escuchar a aquel que quiere ser escuchado. El encuentro de este año,estuvo lleno de alegría. Alegría por volvernos a encontrar y por despedir el año todos juntos. Puede que detrás de muchas sonrisas haya mucho dolor,pero la magia de "Entre amigos",lo convierte en energía positiva que cura,sana heridas y calienta los corazones más fríos.

Cantamos,reimos,nos abrazamos,construimos un año más el árbol de la gratitud y de los deseos,donde cada uno fue dejando por escrito la gratitud por esas pequeñas o grandes cosas recibidas a lo largo del año y también pusimos por escrito nuestras esperanzas para el año que comienza. Fue una velada agradable,llena de calor humano,que culminó con una cena de Navidad donde compartimos lo que cada uno pudo aportar. ¡Ah! Y todos nos llevamos un regalo a casa,un pequeño recuerdo de lo vivido,quizás de escaso valor material,pero de un enorme valor humano. Y el mejor de los regalos que nos llevamos todos/as,la compañía de los amigos y amigas encontrados en el Teléfono de la Esperanza,donde un año más podemos decir orgullososos: estamos "Entre Amigos". Así es más fácil deciros a todos/as ¡Feliz Navidad! Nos continuamos viendo en el 2015.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

SEMBRANDO NAVIDAD EN EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE VALENCIA

Como todos los años, el pasado 19 de Diciembre, las voluntarias y voluntarios del Teléfono de la Esperanza de Valencia, nos reunimos en el ya tradicional encuentro de Navidad. Fue la culminación de lo que hemos venido realizando todo el año: sembrar Esperanza en el corazón de tantas miles de personas que acuden a nosotros cuando piensan que la han perdido. Ese es el espíritu de la Navidad: hacer crecer la ilusión, las ganas de vivir, la Esperanza, en el corazón de cada persona, dentro de cada uno de nosotros. 

Porque sólo aquello que se vive dentro de cada uno se puede repartir a los demás. Por ello el lema que hemos adoptado este año es "De Esperanza en Esperanza, sembrando Navidad todo el año". Los voluntarios y voluntarias del Teléfono de la Esperanza sembramos Navidad todo el año, para obtener al final del mismo una buena cosecha en forma de Alegría y Bienestar Emocional.

Y con ese espíritu de celebrar lo que habitualmente realizamos durante todo el año, nos juntamos para mostrar nuestra satisfacción por el trabajo bien hecho y por los resultados obtenidos, año a año más satisfactorios, a pesar del espectacular aumento en las llamadas, entrevistas con profesionales, voluntarias/os, etc. Son el resultado de la confianza que un año más las valencianas y valencianos depositan en nosotros.

El Salón de Actos de nuestro Centro se abarrotó de voluntarias/os, muchos de los cuales tuvieron que permanecer de pie por falta de aforo, pero siguiendo todos atentamente la conferencia de la Doctora de la facultad de Psicología, Dña. Begoña Espejo, que disertó sobre "Las diferencias entre el cerebro femenino y masculino". Fue una charla amena y entretenida y que desde una base biológica y científica, pasando por la parte ambiental y cultural supo comunicar con gran profesionalidad y que fue seguida por todos los asistentes con mucho interés.


La sorpresa de la noche consistió en el homenaje espontáneo que los voluntarios y voluntarias del Teléfono de la Esperanza de Valencia rendimos a nuestro Presidente y cofundador del TE, Ángel Madrid Soriano, que durante 43 años permanece al frente del mismo, habiendo conseguido convertir a nuestro Centro en un referente nacional de solidaridad y buen hacer. Y decimos sorpresa, porque lo fue para el homenajeado, que se vio sorprendido por la iniciativa de todas/os las/os voluntarias/os. Hubo momentos de emoción y alguna lagrimilla corrió por las mejillas de los presentes, entre aplausos al homenajeado. Fue un acto sencillo, como a Ángel le gusta, pero lleno de sincera emotividad.

La noche terminó con la habitual cena, entre la alegría y buen ambiente de todos los presentes, que un año más compartimos una noche inolvidable y llena de mucha cariñoterapia, para seguir sembrando Esperanza el próximo año 2015, porque la Navidad se construye cada día. Desde aquí, queremos felicitar a todos los amigos y amigas del Teléfono de la Esperanza de Valencia, socios, usuarios, ex-colaboradores, en estas fiestas, en la que también tenemos presentes a los que ya no están con nosotros, como recordamos en el acto celebrado. Son la razón de nuestra existencia. Para todos vosotros, Feliz Navidad y un año 2015 repleto de Esperanzas para todos/as.



lunes, 22 de diciembre de 2014

SOLEDAD EN NAVIDAD

La soledad nos afecta a casi todos en algún momento de nuestra vida. Las fiestas de la Navidad representan para la mayoría de las personas una época de compañía y armonía con nuestros seres queridos, familiares y amigos. Desgraciadamente, no todo el mundo tiene la suerte de disfrutar de la Navidad en compañía de otras personas. 

A nivel popular, se ve la Navidad como una época en la que se agudiza la sensación de soledad y de tristeza, quizás por el hecho de que se trata de un momento de reuniones y encuentros en el que, aquél que está solo, o se siente solo, ve acentuada esa soledad. 

Las personas se reúnen en la comida de empresa, en la cena familiar, en la fiesta de amigos y amigas de fin de año, en la merienda de principio de año... se realizan muchas reuniones con otras personas. Incluso, hay personas que se van a pasar las fiestas a sitios lejanos (con otras personas), cuando algo es tan patente para todos y nosotros no cumplimos con ello se nos amplifica la percepción de aislamiento. Los medios de comunicación y la publicidad hacen además un esfuerzo evidente por intensificar los aspectos centrales de las fiestas. Todo el mundo tiene en la cabeza la imagen de alguien poderoso "que lo tiene todo" menos alguien con quien pasar la Navidad. 

La soledad en Navidad es uno de los mayores problemas personales a los que se enfrentan quienes, en esta época del año, deben vivir una situación personal delicada y sin la compañía de sus seres queridos, ya sea por encontrarse trabajando en el extranjero, por pérdidas irreparables de familiares o por conflictos intrafamiliares. 

¿Existen factores de protección contra la soledad? 

Sí, podemos encontrar tres: El primero es tener una red de relaciones rica, sólida y variada; con relaciones de distintos tipos, signos, frecuencias y con la que compartas actividades comunes. El segundo es una estrategia vital abierta e inteligente; que propicie una autoestima sólida y con herramientas para afrontar los golpes del destino. Y el tercero un mayor nivel de resistencia a las imposiciones sociales y culturales con respecto de las relaciones sociales y no compararse con otras personas. 


¿Cómo puedo combatir la soledad en navidad? 

-. Aprovecha para mimarte en los días libres que te permite tener la Navidad, en los que se puede aprovechar para leer un libro, desayunar tranquilamente, pasear o tomar un baño relajante con tu música favorita de fondo.

-. Aprende ese hobby que siempre has deseado iniciar, para salir de casa y conocer gente nueva con la que relacionarse. 

-. Practica deporte, porque ayuda a liberar endorfinas y sentirse mejor con uno mismo.

.- Salir a la calle, porque en Navidad las calles de la ciudad están iluminadas y se organizan gran cantidad de eventos socioculturales a los que puedes asistir. 

-. Planifica y toma la iniciativa. Es muy importante que los sentimientos de soledad no te encierren en ti misma. Vence tus miedos y llama a varios amigos, compañeros de trabajo y otros amigos que se encuentren en la misma situación y organiza una Navidad original y diferente. 

-. Viaja y descubre nuevos lugares, mediante una escapada solo o en grupo, mostrándote perceptivo, para conocer gente nueva y disfrutar de la experiencia. 

Y vosotros...¿Cómo vais a pasar la navidad?


domingo, 21 de diciembre de 2014

No es nada personal

La vida cotidiana pone a prueba el equilibrio emocional cada vez que nos sentimos ofendidos por otra persona. Puede ser alguien del entorno familiar, un jefe o compañero de trabajo, o incluso un desconocido que nos trata de forma que consideramos grosera.

A lo largo del día interactuamos con decenas de personas, lo cual brinda numerosas ocasiones para ofenderse y vivir con amargura. Porque lo peor de todo es que una vez producido el desencuentro, si no se hace nada para olvidarlo, el rencor puede quedar fluctuando por la cabeza durante horas… llegando a turbar incluso el descanso nocturno. En este artículo se va a ver por qué sucede y cómo poder deshacerse de este lastre.

El enfado ante las actitudes de los demás es una pura elección. Prueba de ello es que hay personas que no se inmutan por nada, mientras que otras saltan ante cualquier comentario, gesto o mirada que interpreten como hostil. ¿Dónde radica la diferencia entre unas y otras?

El doctor en psicología Martin Lyden opina que las personas susceptibles son aquellas que poseen menos empatía. Todo lo filtran según lo que harían ellas, y cualquier cosa que se salga de su propio código de conducta lo interpretan como un ataque.

Lo que te ofende sólo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres”. Mario Alonso Puig


Así, por ejemplo, a quien contesta los mensajes de su smartphone de inmediato le parecerá una falta de educación que el receptor no reaccione hasta varias horas después. La ofensa se basa en una mera interpretación, ya que el ofendido presupone que su interlocutor no tiene ganas de contestar, cuando tal vez sencillamente esté en una reunión de trabajo donde no puede hacerlo.

Otros motivos de ofensa pueden ser una respuesta demasiado seca por parte de alguien o bien un tono de voz inadecuado, entre muchas posibles razones.

Veamos qué sucede en la mente de alguien con “piel fina” ante una situación que considera de conflicto: 
  • El comentario o acción desafortunados despiertan ofensas pasadas, que pueden degenerar en un infierno mental. 
  • Merma de la autoestima debido al papel de víctima que asume el ofendido, a partir de la idea de que aquello ha pasado deliberadamente para humillarle. 
  • Deseo de venganza ante el daño recibido, lo que puede derivar en una discusión o en un “silencio castigador” para hacer notar al otro que nos ha herido.
  • Aumento de la ansiedad ante el cóctel de emociones negativas que se van albergando.

Neutralizar ofensas

Ante la tortura que supone pasar por estos estados mentales, a menudo debido a una menudencia, el doctor Martin Lyden propone un remedio de choque: “El humor implica un replanteamiento de lo que ha sucedido. Reconocer una incongruencia en una situación puede ser humorístico y, por lo tanto, sanador”. 

Uno de los grandes aprendizajes de todo ser humano es aceptar que las personas a nuestro alrededor nunca se expresarán como nosotros lo haríamos, ni se comportarán como esperamos, y no pasa nada. 

Pensemos en lo que debe sentir la estrella de un equipo de fútbol cuando salta al campo rival en medio de una tormenta de silbidos e insultos. Estos deportistas no pierden la calma y pueden jugar perfectamente concentrados, lo cual demuestra que cualquier persona puede blindarse ante la hostilidad ajena. 

Incluso cuando no es una percepción, sino una realidad contrastada por todos, tenemos la oportunidad de endurecer nuestra piel ante el ataque para que no nos afecte. 

En una ocasión le preguntaron al Dalai Lama por qué no estaba enfadado con el Gobierno comunista chino, después de haber tenido que exiliarse, entre muchos otros percances. Su respuesta fue: “Si me enojara, entonces no sería capaz de dormir por la noche o de comer mis comidas en paz. Me saldrían úlceras, y mi salud se deterioraría. Mi ira no puede cambiar el pasado o mejorar el futuro, así que ¿para qué serviría?”. 

Sin duda, un ejemplo extraordinario de lo que es tener la “piel gruesa”, que presenta las siguientes características:
  • La persona dedica poco tiempo a valorar cualquier posible roce o desaprobación. 
  • Se centra en lo inmediato y, muy especialmente, en aquellas cosas y personas que le satisfacen. 
  • No interpreta por qué una persona habla o actúa de cierto modo. Se limita a evaluar el hecho, de forma positiva o negativa, sin juzgar. 
  • Es capaz de asumir críticas, por si le sirven para mejorar algún aspecto, y de desestimar las opiniones que no le resultan útiles. 

Supuestamente basado en la sabiduría de los toltecas, en el best seller Los cuatro acuerdos Miguel Ruiz dedica uno de ellos al lema: “No te tomes nada personalmente”. 

Según este autor mexicano, hacerlo es una muestra de egoísmo, ya que parte de que todo gira a nuestro alrededor. En su opinión, además, esta manera de abordar la conducta de los demás es totalmente infundada. En sus propias palabras: 

Cada vez que me siento ofendido, trato de levantar el ánimo de tal forma que la ofensa no logre alcanzarlo”. Descartes 

“Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestra propia mente; los demás están en un mundo completamente distinto de aquel en que vive cada uno de nosotros (…) Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo. Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su mente. Su punto de vista surge de toda la programación que recibió durante su domesticación”. 

Ruiz entiende por domesticación todos los prejuicios e ideas preconcebidas que vamos acumulando a lo largo de la existencia. Y lo peor que podemos hacer ante una persona que nos ofende —de forma objetiva o no— es defender nuestras creencias, ya que con ello sólo lograremos aumentar y prolongar el conflicto. 

“Cuando no tomarte nada personalmente se convierta en un hábito firme y sólido, te evitarás muchos disgustos en la vida”, afirma Ruiz. “Tu rabia, tus celos y tu envidia desaparecerán, y si no te tomas nada personalmente, incluso tu tristeza desaparecerá (…) Alguien puede enviarte veneno emocional de forma intencionada, pero si no te lo tomas personalmente, no te lo tragarás. Se vuelve más nocivo para el que lo envía, pero no para ti”. 

La paz interior empieza cuando eliges no permitir que otra persona o evento controle tus emociones”. Proverbio oriental 

Al final, el mundo será tal como se mire, ya que se puede fijar la atención en un amplio espectro de realidades. Cada persona con la que se interacciona es un conjunto de fortalezas y debilidades, es clara en unos aspectos y confusa en otros, acierta o falla en diferentes cuestiones vitales. 

Nuestra relación con el mundo dependerá, por lo tanto, de lo que cada cual quiera ver en el prójimo. Nos podemos quedar con sus mejores virtudes o bien sentirnos heridos y decepcionados por aquella parte de los demás que no cumple las expectativas. 

Tal como afirma Wayne Dyer: “Si eres objetivo, descubrirás que lo que en realidad te ofende es cómo consideras que deberían comportarse los demás. Sin embargo, por sí mismo, el sentirse ofendido no altera los comportamientos desagradables (…) Tu ego insiste en que tienes derecho a sentirte ofendido. Esos juicios derivan de una idea falsa de que el mundo debería ser como tú eres y no como es”. 

Si dejamos de dictar rígidamente lo que los demás deberían sentir, pensar y hacer se pueden evitar muchos enfados y decepciones, y liberar así una energía preciosa para construir relaciones saludables desde la empatía, el humor y la serenidad.

La vida no es siempre justa

“Parafraseando algo que mi maestro Mordecai Kaplan solía decir, esperar que
el mundo te trate bien porque eres una persona honesta es como esperar que el toro no te embista porque eres vegetariano. Me gusta pensar en ello no como una pérdida de inocencia, sino como el principio de la sabiduría, entender que puede que la vida no sea justa, pero nos ofrece toda clase de posibilidades y compensaciones. 

Cuando nos sucede algo malo, nos sentimos castigados por el destino. Podemos llegar a pensar que todo el mundo ahí fuera es feliz y está sano, y que sólo nosotros sufrimos (…), pero nada más lejos de la realidad”. Overcoming Life’s Disappointments, de Harold Kushner.


Autor: Francesc Miralles
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/10/24/eps/1414167327_661240.html


sábado, 20 de diciembre de 2014

BURBUJAS (Y 2)

Seguimos descorchando, en esta segunda y última entrega, la botella de champán que nos ofrece nuestro compañero Miguel Ros, llenando de burbujas multicolores y positivas estas últimas páginas de nuestro Blog en el año 2014. Esperamos que estas burbujas se extiendan como chispas de alegría a todos nuestros lectores y lectoras, con nuestros mejores deseos para el nuevo año 2015, que se nos presenta lleno de nuevas burbujas y promesas, con el deseo de que se hagan realidad entre nosotros a lo largo del mismo. Feliz 2015.


Los Ojos

¡Qué bien emplearían los ojos quienes no pueden ver, si se los prestáramos por un día!

¿No te parece que muchos días es como si lleváramos los ojos en los bolsillos?
Para lo que los usamos...

¿Para qué nos sirven, aparte de que nos evitan tropezar con las personas y las cosas, y nos permiten echar una mirada a los titulares de los periódicos o mirar la tele?

¡Cuántos días nos pasamos sin mirar con complacencia a las personas que amamos y viven a nuestro lado!

¡Cuántos bellos amaneceres y atardeceres nos perdemos, por no tener abiertos nuestros ojos a la belleza que nos envuelve!

Nuestros ojos quedan empobrecidos
cada vez que pasamos sin mirar las rosas del jardín
o las margaritas del camino.

¿Cómo podré vibrar ante el encanto de una noche estrellada
si, noche tras noche,
privo a mis ojos de ese gran espectáculo?

¡Qué bien emplearían mis ojos los que no pueden ver!


Las Palmeras

Las palmeras que se yerguen airosas y se recortan en la nube o en el azul del cielo,son reclamos de esperanza al cielo que suben de la madre tierra.

Las Banderas

Las banderas que ondean sus colores desde el mástil en el balcón de la ciudad o del pueblo,en la playa o en la torre del castillo,nos invitan a airear lo mejor de cada uno de nosotros,la alegría de vivir como hermanos,como españoles,como europeos o como ciudadanos del mundo.

Los Detalles

Los detalles en las personas son como la suave brisa que acaricia,la nota musical que nos despierta,el color que nos atrae,el perfume que nos distingue.Los detalles son la gota de rocío sobre la rosa recién abierta.


MIGUEL ROS GALLENT
Capuchino-Orientador familiar del TE de Valencia

viernes, 19 de diciembre de 2014

EL ARTE DE APRENDER A COMUNICARSE

Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un Adivino para que interpretase su sueño. - ¡Qué desgracia, Mi Señor! - exclamó el Adivino - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad. 
- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡¡¡Fuera de aquí!!! 
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos. Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado. 
Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: 
-¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada... ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes! 
Iluminóse el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien monedas de oro. 
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: 
-No es posible!, la interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro... 
-Recuerda bien, amigo mío- respondió el segundo Adivino -que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse. 
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. 
Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas. 
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado. 

¿Cuántas veces comunicamos algo y los demás lo interpretan en forma muy diferente a lo que esperábamos?

¿Cuántos conflictos personales se generan a partir de un malentendido?

Vivimos en sociedad y dependemos los unos de los otros en infinidad de aspectos. Por eso es fundamental tener la capacidad de expresarnos y comunicarnos de forma eficiente con los demás. Tanto si queremos prosperar, como si queremos cultivar una intensa vida social que nos satisfaga a nivel personal, necesitamos mejorar nuestras habilidades para la comunicación.

Algunas recomendaciones a tener en cuenta

Ser escueto, no repetitivo. Cuando reiteramos nuestro mensaje dando demasiadas explicaciones, una y otra vez, nuestro interlocutor puede sentirse menospreciado, como si pensáramos que no es capaz de entenderlo a la primera. Siempre es posible plantear algo sumamente profundo y significativo, pero de manera sencilla, sin tantas aclaraciones y repeticiones.

Al grano, tratar de ser concretos. Para conseguir que nuestra comunicación sea efectiva, tenemos que expresarnos de manera específica y clara. Dejemos a un lado las ambigüedades y generalizaciones y digamos exactamente lo que queremos. Si nos expresamos sin rodeos, el efecto será mucho mejor.

No volver para atrás. Nada bueno sale de traer a colación asuntos del pasado y volver sobre antiguas rencillas, salvo dolor y problemas. Es cierto que el pasado puede servirnos mucho y mostrarnos el camino a seguir, pero siempre y cuando estemos dispuestos a considerarlo de una forma positiva, es decir, tratando de aprender de él. Rememorar una y otra vez aquello que sucedió, sin intenciones de captar la “lección” implícita, no trae buenos resultados. 

Buscar el tiempo y el espacio justos para hablar. Es obvio que hay temas que no se pueden abordar en cualquier sitio. Cuando tengamos que comunicar algo difícil a otra persona, lo mejor es hacerlo en privado. Por el contrario, si vamos a felicitar o dar la enhorabuena a alguien, es recomendable hacerlo en público, donde los demás puedan escuchar también. No es necesario halagar en exceso, pero si lo hacemos de forma natural, con seguridad la persona se sentirá muy valorada.

Abordar los asuntos por separado, uno detrás de otro. No es recomendable sacar varios temas juntos, que no tengan nada que ver entre sí. A veces queremos aprovechar el momento y sacamos a relucir un largo listado de cuestiones pendientes, pero lo más probable es que esto solo produzca enojo en el interlocutor.

Vigilar la comunicación silenciosa. Lo que se dice verbalmente no lo es todo. Tus gestos, el tono y volumen de tu voz, así como las caras que pones, tienen que ir en concordancia con lo que estás diciendo. De otro modo, el mensaje se pierde. Tan importante es lo que dices, como el modo de decirlo.

No hablar en términos absolutos. Cuando decimos cosas como “es que siempre haces lo mismo”, estamos aplicando etiquetas que no son ciertas. Si nos expresamos así, probablemente resultemos siendo injustos y poco honestos. Si solucionar un conflicto es el objetivo, tratemos de utilizar términos más relativos como “a veces” o “con frecuencia”, que hacen que nuestro interlocutor se sienta mejor.

Cuando tengas que realizar una crítica constructiva, haz referencia al comportamiento y no a la persona en sí. La mayoría de las veces, en una situación determinada, realmente lo que nos disgusta es el comportamiento puntual de alguien y no la persona en sí. Es fundamental comprender la diferencia y también dejarla clara.

Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/la-importancia-de-aprender-a-comunicarnos-efectivamente/

En conclusión, comunicarse efectivamente es un arte y bien vale la pena que nos esforcemos en hacerlo cada vez mejor. Dedicar nuestro tiempo a aprender a comunicarnos es la mejor inversión que podemos hacer por nuestra felicidad y bienestar y el de nuestros seres más cercanos. Comunicarnos de forma positiva y efectiva nos ayudará a prevenir conflictos y malos entendidos.Por ello desde el Teléfono de la Esperanza de Valencia convocamos una vez más nuestro Curso "El Arte de comunicarse bien",que te ayudará a comunicarte de forma sana y efectiva.Tendrá lugar del 23 al 25 de Enero de 2015,en nuestra sede.Para más información puedes llamar al 963 91 60 06 o en la dirección de correo: valencia@telefonodelaesperanza.org. También puedes hacerlo a través del enlace que figura al final de esta entrada,donde también podrás encontrar la ficha de inscripción y podrás formalizar la misma desde tu domicilio.


jueves, 18 de diciembre de 2014

El ciego

Había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: 

"POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO". 

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. 

Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio. 

Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue. 

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. 

El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito. 

El publicista le contestó: 

"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". 

Sonrió y siguió su camino. 

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: 

"HOY ES PRIMAVERA, Y NO PUEDO VERLA"



¿Lo mismo pero con otras palabras?
Lo mismo pero con otra actitud. Puedo mostrarte lo desgraciado que soy o bien puedo recordarte “qué afortunado eres”.
Todo es cuestión de actitud.


Remeis Jiménez. Filósofa y Terapeuta Gestalt Integrativa, Colaboradora del T.E. de Valencia. 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

BURBUJAS (1)

Queridos/as amigos/as os dejamos aquí algunas pequeñas burbujas que chispeantes, como recién salidas de la botella de champán de la vida, eterna caja de sorpresas sin límites, nos deja, para terminar el año, nuestro colaborador, Miguel Ros. Que nos sirvan para brindar por el nuevo año. A nuestra salud....emocional.

Los pies

Una chinita que se introduce en mi zapato al caminar,
me hace tomar conciencia
de la bondad de mis pies.

A lo largo del día y de la noche,
apenas noto mis pies
y les hago poco caso.
Pero ellos soportan todo el peso de mi cuerpo
y los fardos que transporto con mis manos
y cargo a mis espaldas.

A la vez que me detengo,al llegar a casa,
para quitarme el zapato
y extraer la china entremetida,
bien merecen mis pies 
una mirada reconocida de mis ojos,
una caricia de mis manos,
un baño de agua con sal
y -¿por qué no?-un masaje perfumado.


El beso

El beso es la explosión silenciosa de un afecto amoroso, distinguido,entre dos personas.

El Abrazo

El abrazo es el cerco y fusión de dos personas que se aman.

Los dedos

Los dedos de las manos y de los pies son diez tablillas donde llevamos impresos los diez preceptos del amor que nos mantienen vivos. Los dedos de las manos nos recuerdan el amor a Dios y los de los pies el amor al prójimo, que son la ley entera. Ellos te dicen con su mensaje silencioso: "Ama y muévete como quieras".

La sonrisa

Es un breve y pequeño arco iris en el firmamento de un rostro que dice a quién lo contempla: Ha pasado la tormenta. La vida es bella, tu vida vale la pena. Cuenta conmigo.

MIGUEL ROS GALLENT
Capuchino-Orientador Familiar del TE de Valencia

domingo, 14 de diciembre de 2014

9 hábitos de las personas que creen en sí mismas

A menudo, la confianza es lo único que diferencia a las personas que obtienen lo que quieren de las que no. Las que piensan y creen que pueden hacer algo, ya sea correr una maratón, sacar adelante una iniciativa empresarial, invitar a salir a alguien (y tener un sí por respuesta), ganar la lucha por un ascenso, estar estupenda con unos vaqueros para premamá, o construir un círculo social divertido… al final, lo consiguen.

“Con confianza, has ganado antes de haber comenzado”, Marcus Garvey.

Nuestra mente es una herramienta muy poderosa; no se puede subestimar el impacto de nuestros pensamientos y palabras. Nuestros pensamientos crean nuestras emociones. Nuestras emociones crean nuestras acciones. Nuestras acciones crean nuestra vida. La gente con confianza en sí misma posee un mayor control sobre su mente y tiene interiorizado el lema sí puedo.

Aquí tenéis nueve cosas que caracterizan a las personas con confianza y que puedes poner en marcha en tu vida:

1. No te compliques. ¿Quieres algo? ¡Muy bien! Crea un plan y hazlo tuyo. No pierdas de vista el premio, pero no te agobies, y que no te distraiga el ruido de otras personas.

2. Concéntrate en lo que quieres. La gente con autoestima tiene una imagen de futuro en su mente. Confían en que les ocurrirán cosas buenas, y al final se cumple porque la confianza es una fuerza muy potente.

3. Actúa como si ya fuera tuyo. La gente que confía en sí misma deja que su lenguaje y sus acciones vayan en sintonía con su propósito. Esto inspira confianza en los demás.

4. Utiliza las palabras con una intención clara. Compara la actitud de dos personas que interactúan en un blog: “Sí, soy bloguera. ¿A ti también te gustan los artículos vintage? ¡Genial! Pues deberíamos hablar más… Mira las nuevas imágenes que publiqué en…” frente a: “Bueno, estoy intentándolo con un blog, pero no sé si lo estoy haciendo bien (risa nerviosa)”. ¿Quién crees que tendrá más visitas y comentarios?

5. Escucha la opinión de los demás, pero no te la tomes al pie de la letra. Hay personas que, aunque lo hagan con buena intención, pecan de precavidas. La gente con confianza escucha a los demás, pero no se deja influenciar por su punto de vista. Ten en cuenta que se trata de tu vida.

6. Dedica tiempo a lo que de verdad importa. Las personas con autoestima saben decir que no para asegurarse de que reservan suficiente tiempo y energía para sus prioridades. Curiosamente, la gente luego se muestra más respetuosa con ellos.

7. Sé humilde. Las personas con confianza en sí mismas no hablan de sus éxitos todo el rato. Una vez, estuve en una gran fiesta de empresa y me puse a hablar con una mujer extrovertida y amable que me dijo que “trabajaba en el mundo de la edición”. Después, me enteré de que era la jefa de redacción de una de las revistas más importantes de Nueva York. La gente con confianza no presume de sus logros, sino que deja que estos hablen por sí mismos.

8. Ten en cuenta que a veces el fracaso es inevitable; no lo temas. La preocupación por fracasar puede mantenernos alejados de todo. La gente que cree en sí misma sigue teniendo autoestima aunque fracase. Al fin y al cabo, saben que no hay mal que cien años dure.

9. Repite todos los pasos anteriores. Adquirir confianza puede llevarte toda una vida. Cuanto más practiques, es decir, cuanto más actitud le pongas, más fácil te resultará.

Las personas más exitosas y felices no nacen siendo las más ricas, guapas o dotadas. Simplemente, creen en sí mismas y luchan por lo que quieren. La confianza es una cualidad con un alto potencial atractivo, a la que todos aspiramos en secreto para tener más seguridad, más autoestima. Los pensamientos “sí puedo” o “no puedo” crean unas espirales de emoción muy diferentes, pues la mente es muy obediente y sigue el camino por el que nosotros queramos dirigirla. Entonces, ¿cuál eliges tú?


sábado, 13 de diciembre de 2014

ENTREVISTA A JOSÉ ANTONIO MARINA


Inauguramos con esta entrevista a José Antonio Marina una nueva sección de nuestro Blog. En ella abordaremos temas de interés general, tratados de forma sencilla y amena, por personas relevantes del mundo de la psicoterapia, filosofía y ciencias humanas en general. Creemos que sus puntos de vista nos resultarán a todos excepcionalmente útiles para aproximarnos al complejo mundo actual y extraer nuestras propias conclusiones desde un punto de vista humanista. Nada humano nos resultará ajeno en esta sección. La iniciamos con una entrevista en profundidad a uno de los grandes pensadores españoles de la actualidad, José Antonio Marina, buen amigo del Teléfono de la Esperanza, con el que ha colaborado en diversas ocasiones. En esta entrevista nos aproximaremos no sólo a su pensamiento, sino a la persona que lo expresa. 
Esperamos que os guste y disfrutéis de ella.



miércoles, 10 de diciembre de 2014

10 CLAVES PARA ELEGIR UN BUEN PSICÓLOGO

"Buscar psicólogo" puede ser una situación bastante posible en cualquiera de nosotros a lo largo de nuestras vidas. A casi todo el mundo puede llegarle el momento de necesitar ayuda psicológica de algún tipo. Normalmente el primer paso y, a veces, el más complicado, es ser conscientes de que la necesitamos, lo segundo es aceptarla y decidir que queremos ponernos en manos de un profesional, y a partir de aquí, surge la duda ¿A qué psicólogo acudir si hay miles por Internet?, ¿Cuál será el más adecuado para mi y mis necesidades? En esta entrada voy a intentar ayudarte! 

¿Con cuál me quedo? 

Podemos intentar diferentes formas para encontrar referencias que nos ayuden a elegir un buen psicólogo/a. Lo ideal es buscar información sobre profesionales en función de lo que te ocurra, ya que es posible, que encuentres a alguien más especializado en el área, pero no siempre es así, por lo tanto, a continuación te explicamos algunas pautas que nos pueden ayudar a diferenciar a los buenos profesionales de los regulares y que nos ayudarán a tomar la decisión sobre que terapeuta queremos que nos ayude: 

1.- Como hemos comentado anteriormente, el primer paso que puede ayudarte es buscar un experto adecuado a nuestro problema. Lo primero es intentar definir lo que nos ocurre y buscar a psicólogos especialistas en este tema. Podremos buscar psicólogos especializados en niños, adolescentes, parejas, depresión, estrés, fobias, ansiedad, TDAH, trastornos compulsivos, coaching, adicciones... 

2.- Escoger psicólogo en función de su corriente terapéutica. Podemos encontrar distintas corrientes, siendo las más habituales la terapia cognitivo- conductual, la psicología positiva, terapia breve, psicoanálisis, sistémica o la hipnosis. Puedes buscar algo de información sobre en qué se centra el tratamiento de cada una de ellas y la eficacia que presentan para ver cuál es la más adecuada para ti. En mi caso concreto sigo el enfoque cognitivo-conductual con muy buenos resultados. 

3.- Busca referencias del psicólogo por internet. Haz una búsqueda rápida sobre ese profesional en un buscador, averigua si tiene web, artículos que haya escrito, opiniones de otros pacientes. Siempre es recomendable que te centres en información que venga de sitios institucionales, centros sanitarios o guías de profesionales. 


4.- Exige el número de colegiado. En España es obligatorio estar Colegiado para ofrecer terapia psicológica. Si el psicólogo no dispone de ese número debemos desconfiar. Se puede contrastar si nos dirigimos al Colegio de Psicólogos al que pertenece dicho profesional y comprobar si realmente está dado de alta. 

5.- Primera visita gratuita o con descuento. Bien sea por email, por teléfono, chat, videoconferencia o presencial, ese primer contacto es muy útil para ambas partes. Para el psicólogo porque le da la oportunidad de ofrecer un primer diagnóstico e identificar realmente si puede ayudarte o si tiene que derivarte a otro profesional, y para el paciente porque de esta forma conocerás al psicólogo que te va a atender y puedes deducir si es el profesional que se ajusta a la respuesta que estás buscando. 

6.- Formas de pago que te ofrece son seguras. En la terapia online es importante que las formas de pago sean claras y visibles. Las más comunes son el pago a través de transferencia bancaria, por paypal o por tarjeta de crédito. El hecho de que la web del psicólogo incluya sellos que acrediten la seguridad del sitio también son un buen referente. 

7.- En la 1ª sesión, un buen psicólogo te asesorará, te orientará sobre como puede ayudarte, te explicará en qué consisten las sesiones, cómo se distribuyen las sesiones, cada cuánto tiempo se realizan, el coste de las mismas y te ofrecerá apoyo con material complementario, bien sea test, libros, lecturas o ejercicios recomendados. 

8.- Tareas para realizar entre sesiones. La mayoría de las terapias eficaces proponen tareas para realizar entre sesión y sesión. Lo habitual será que te lleves "deberes" sobre cosas que debes hacer o algún registro o cuestionario que rellenar. Este es un buen indicador para diferenciar una terapia eficaz de una que no lo es.  

9.- Tienes derecho a tener respuestas. Pregunta, pregunta y pregunta. Tú has elegido libremente ir a un profesional y, por tanto, tienes el mismo derecho a dejar de ir si ves que no te va bien. También tienes el completo derecho de tener a tu disposición toda la información sobre el profesional, la terapia y los procedimientos que emplea. Pregunta al psicólogo todo lo que necesites saber y no te vayas del despacho con dudas para casa. Si tienes dudas sobre el profesional, ponte en contacto con el Colegio Oficial de Psicología de tu zona, estarán encantados de asesorarte, ya que esa es su función. 

10.- Sentido común y sensibilidad. No hay psicólogo malo sino psicólogo menos adecuado. La terapia psicológica tiene un componente muy importante de “conexión” entre el paciente y el profesional, en nuestra jerga llamado rapport. Lo no le funcione a otra persona sí nos puede funcionar a nosotros y viceversa. Si estás cómodo con la conversación con el profesional, si el primer contacto te ha sido satisfactorio, la atención ha sido buena y te sientes seguro y cómodo con el profesional, adelante.

Y a ti... ¿Crees que estas pautas te pueden ayudar? Si has llegado hasta aquí puede que necesites ayuda, no lo pienses más y ponte a la acción.En el Teléfono de la Esperanza tenemos un amplio plantel de psicólogos y psicólogas que pueden ayudarte de forma anónima y altruista.¡Podemos ayudarte! Solicita tu entrevista llamando al 963 91 60 06



martes, 9 de diciembre de 2014

DERECHO A SER IMPERFECTO

Nuestra sociedad está inmersa en la cultura de la perfección: deseamos tener el hijo perfecto (buenísimo, inteligentísimo, guapísimo, etc.), el coche perfecto (por lo menos mejor que el del vecino, la casa muy espaciosa y mejor que la anterior, el trabajo soñado, etc.) A nivel personal también nos gusta ser puntualísimos, muy responsables, muy ordenados, en definitiva, muy perfeccionistas. Es como si respiráramos en el ambiente un slogan: solo triunfan los perfectos. Pero la cruda realidad es que somos imperfectos: olvidadizos, impuntuales, descuidados, etc. Y el mundo que nos rodea también es imperfecto: no tenemos los padres perfectos, ni el amigo perfecto, ni el trabajo perfecto, ni siquiera tenemos el psicólogo o psiquiatra perfecto, por poner solamente algunos ejemplos.

El ser humano, pues, tiene límites (menos mal, pues de lo contrario seríamos todos dioses), pero esto no significa que sea incapaz o infeliz, sino que desde sus límites puede construir una vida de bienestar. Ese es uno de los grandes misterios de la existencia: debemos vivir perfectamente nuestra imperfección. 
Es verdad que somos imperfectos, pero también somos únicos: no existen dos piedras iguales, ni dos árboles iguales, ni dos perros iguales… ni dos personas iguales. La imperfección, pues, nos hace diferentes y originales. Si todos fuéramos perfectos seríamos como robot fabricados en serie donde no existiría ni la creatividad, ni la sorpresa por vivir, ni la curiosidad por descubrir otras cosas, ni nada nuevo… Todo estaría determinado y concluido. Sería un mundo aburrido y absurdo. 

La imperfección o limitación tiene un doble significado: uno, como restricción, carencia o insuficiencia (así el ser humano no tiene capacidad para volar por sí mismo) y otro, esa restricción posibilita que desarrolle todas sus potencialidades (en nuestro ejemplo que invente la forma de volar). Es decir, el propio límite se convierte en potencializador de todas nuestras posibilidades. Favorece la creatividad y la capacidad de resolver los problemas.

Una de la fuente de nuestra angustia existencial es precisamente la no aceptación de nuestras limitaciones o de ponernos objetivos y metas que superan nuestras posibilidades. El problema, pues, no es ponerse metas a conseguir (personales, relacionales, laborales) sino que esas metas estén en consonancia con nuestras posibilidades reales. De aquí la importancia del conocimiento de sí mismo (de las posibilidades no solamente de los límites) para ser feliz.

Si tuviéramos la pareja perfecta, los hijos perfectos, el trabajo perfecto, los amigos perfectos, si el mundo fuera perfecto… no tendría sentido seguir viviendo. Seríamos otra cosa, pero no personas. Pues, la sombra (la limitación y la imperfección) siempre acompañará a la persona que se expone a la luz, es decir, que vive en relación con otros seres. Por esto, hoy proclamo mi derecho a ser imperfecto para poder desarrollar perfectamente mis potencialidades.

ALEJANDRO ROCAMORA BONILLA. 
Psiquiatra-Cofundador del Teléfono de la Esperanza

domingo, 7 de diciembre de 2014

EL ARTÍCULO NO VA SOBRE SEXO

Querido lector, espero que me perdones ya que me he servido del reclamo de la palabra “sexo” para captar tu atención. En efecto, el artículo no va sobre sexo. Versa sobre el concepto de justicia, su etiología, la estrecha relación que guarda con la moral y con el malestar que nos genera la contradicción.

Teorías Filosóficas sobre el concepto de Justicia (selección a mi gusto)

Platón: La justicia como armonía social. En su libro República, Platón propone para la organización de su ciudad ideal, a través del diálogo de Sócrates, que los gobernantes de esta ciudad se transformen en los individuos más justos y sabios, o sea en filósofos, o bien, que los individuos más justos y sabios de la comunidad, es decir, los filósofos, se transformen en sus gobernantes.
Aristóteles: La justicia como igualdad proporcional: Dar a cada uno lo que es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano tiene que estar en proporción con su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos personales.
Santo Tomás de Aquino: La ley natural. Dice que los ciudadanos han de tener los derechos naturales, que son los que Dios les da. Estos derechos son más tarde llamados Los Derechos Humanos.
• Para los utilitaristas las instituciones públicas se componen de una forma justa cuando consiguen maximizar la utilidad agregada (en el sentido de felicidad). Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la vez.

Principio de Justicia Retributiva

Un aspecto interesante de la organización de las sociedades es cómo se reparten los recursos disponibles, los bienes producidos y la riqueza disponible. En principio, en la mayoría de sociedades se han manejado dos conceptos parcialmente incompatibles sobre qué es una distribución justa de los bienes y la riqueza:

• La justicia según la necesidad, sostiene aquellos que tienen mayores necesidades de un bien deben poseer asignaciones mayores.
• La justicia según el mérito, sostiene que aquellos que más contribuyen a la
producción de bienes y riqueza deben tener también una mayor proporción de los mismos. 

Relación justicia y moral: HUMANOS

En la versión original del Juego del Ultimátum (estático y para dos jugadores) creada por Güth et al. (1982), el jugador número 1 (llamado proponente) ha de dividir una determinada suma de dinero entre él y el jugador 2 (llamado receptor) en condiciones de total anonimato.
A continuación, el jugador 2 acepta o rechaza la división. Si es aceptada, el reparto se hace conforme a la propuesta del jugador 1; si es rechazada ambos ganan cero. El juego del ultimátum es un juego asimétrico de suma no cero, donde las dos partes interactúan de manera anónima y sólo una vez. Estas características del juego evitan la consideración de la reputación, la confianza y la reciprocidad en la toma de decisiones. El proponente no tendrá en cuenta la necesidad de mostrar una determinada imagen de su personalidad en el otro jugador ni de consolidar estrategias de juego que le favorezcan en el futuro. El óptimo de Pareto de este juego sería el resultado derivado de una estrategia perfectamente cooperativa, en la cual el jugador 1 y el jugador 2 repartan equitativamente la suma total disponible (cada uno obtiene T/2). Pero bajo la hipótesis de que los sujetos maximizan su propio beneficio, la estrategia dominante del juego es decir, aquella que debiera ser racionalmente tomada para asegurar la maximización de la utilidad individual y, por tanto la predicción del resultado que apuntaría el equilibrio de Nash, es: para el jugador 1, ofrecer la menor cantidad de dinero superior a 0, y para el jugador 2, aceptar cualquier oferta del jugador 1 superior a 0 por mínima que sea, pues el jugador 2 debería preferir algo antes que nada.

Sin embargo, los experimentos que se han realizado con este juego muestran que en la mayoría de los casos los proponentes se anticipan a los criterios de justicia de los aceptantes y ofrecen un reparto equitativo y que los receptores del ultimátum prefieren renunciar a un beneficio pequeño castigando al que pretende obtener un beneficio mayor basado en la decisión racional. El sentimiento de justicia, es tan poderoso que preferimos quedarnos con nada a aceptar situaciones injustas.

Relación justicia y moral: PRIMATES

Basado en 40 años de observación de primates, De Waal asegura que lo que los seres humanos denominamos como "moral" está mucho más cerca del comportamiento social de los simios que a una imposición divina o una decisión filosófica. Para el científico, la moral no pasa por una decisión que se toma o que se impone desde arriba -filosofía, religión o incluso autoridad- sino que es innata al comportamiento social humano. No sólo eso: no es exclusiva, sino que viene como parte del "paquete social" que también puede encontrarse en otros animales como nuestros parientes primates.

En unas pruebas realizadas con chimpancés, se le da una bandeja que contiene alimento a un sujeto A. La particularidad de la bandeja es que está fijada a unos carriles y atada por unas cuerdas. Desde una jaula adyacente, un sujeto B puede tirar de ella y quedarse con toda. El sujeto A cuenta con una palanca que le permite abortar la operación, arrojando toda la comida al suelo si la situación no es de su agrado. Cuando el investigador proporciona la bandeja a A, lo que normalmente ocurre es que B tira de la cuerda y le roba la comida. A se enfada y acciona el mecanismo que deja caer la recompensa al suelo. Por el contrario, cuando desde el inicio, el investigador proporciona la bandeja a B, A se controla y no suele accionarlo. La conclusión es que el sujeto A parece entender la diferencia entre el hurto y una situación justa.

Según el autor, los dos pilares de la moral: reciprocidad y justicia, por un lado y empatía y compasión por el otro, están presentes en el comportamiento social de los simios. El sentido de la justicia posee un componente biológico, que comenzó a desarrollarse hace cientos de millones de años.

Teoría de la disonancia cognitiva

De vez en cuando, alguna secta pronostica el fin del mundo en alguna fecha concreta. Éste fue el caso de una secta sueca que en los años 50 pronosticó que el fin del mundo llegaría en Navidad. El investigador Leon Festinger se interesó por saber qué pasaría con las creencias de esta secta cuando, al llegar Navidad, no pasara nada y tuvieran que admitir que su creencia era falsa y estaban equivocados. Al día siguiente de Navidad, la explicación que recibió fue "Es verdad que el mundo iba a desaparecer, pero como nosotros hemos visto y aceptado esta verdad, hemos creído firmemente en ella. Por ello, nuestra fe ha evitado que el fin del mundo aconteciera". Lo que está claro es que al día siguiente de Navidad, los miembros de esta secta sabían dos cosas: primero, que habían creído en el fin del mundo; y segundo, que no había ocurrido. Por lo tanto, tenían dos pensamientos, es decir, dos cogniciones, que se contradecían entre sí. A raíz de la explicación que Festinger le dio a este suceso, surgió la teoría de la disonancia cognitiva.
El hecho de tener conciencia de que estamos afirmando a la vez cosas contradictorias nos produce malestar, tensión e incomodidad psicológica, es decir, una disonancia cognitiva.

Para solucionarlo buscamos una salida, una justificación que nos permita recuperar la coherencia cognitiva, tal y como hizo esta secta en la explicación que dio. Cuanto mayor es la intensidad de esta disonancia, más energía invertiremos para eliminarla. Por ejemplo, si el tema nos importa poco, podríamos simplemente dejar de lado una de las dos y aceptar la otra, pero si nos importa mucho, podríamos dejar de lado nuestras tareas habituales para ir a buscar información activamente. La estrategia más habitual consiste en modificar uno de los elementos contradictorios, el que resulte más fácil, para eliminar la disonancia o que nos afecte menos. También, como es el caso de la secta, puede crearse un motivo que dé sentido a los dos a la vez. En conclusión, la actitud puede modificarse por factores internos, además de por los factores externos que muestra la teoría de la comunicación persuasiva.

Profundizando en este tema, Festinger realizó un experimento similar al siguiente:
Pretendemos hacer un debate sobre la intervención de la policía en las manifestaciones. Para ello, escogemos a diez estudiantes universitarios que están en contra de la policía y los separamos en dos grupos de cinco. Uno de los dos grupos deberá hablar en contra y el otro defender la posición de la policía, a pesar de que realmente están en contra de ésta. Dentro del grupo que la defiende, por separado, a unos les diremos que a cambio de hablar a favor les vamos a pagar una gran cantidad (por ejemplo, 200 euros), y a los otros, que no disponemos de mucho dinero y que sólo les podemos recompensar con una pequeña cantidad (por ejemplo, 20 euros). Lo relevante aquí no es el dinero que recibirán, sino el hecho de que a unos se les da una recompensa importante y a otros no. El debate se realiza y obtenemos unos curiosos resultados. Del grupo que ha hablado a favor, las personas que han recibido la menor recompensa por defender una postura contraria a la suya, se han visto fuertemente influenciadas y han cambiado su actitud hacia la policía. En este grupo, tanto para los bien pagados como para los que no, se ha producido una disonancia cognitiva. Por un lado, saben que están en contra de la policía, pero por otro han recurrido a todos los argumentos que han podido para defenderla, manteniendo dos cogniciones contradictorias.

Sin embargo, los que han recibido una buena recompensa se libran fácilmente de la disonancia. Lo atribuyen a una presión externa, el dinero que han cobrado a cambio, y recuperan su coherencia cognitiva. Pero los que apenas han cobrado a cambio no pueden recurrir a esa justificación. Tampoco pueden atribuirlo a una presión externa porque saben que lo han hecho porque han querido. Por ello, la única solución que les queda es acercar las dos posturas y asimilarlas, adoptando una actitud menos negativa hacia la policía.

En conclusión, disponemos de otra manera de influir en la opinión de la gente y modificar su actitud. Tan sólo tenemos que hacer que defiendan o hagan algo que vaya en contra de sus creencias, pero de tal manera que no se sientan fuertemente presionadas para hacerlo, es decir, que tengan la impresión de estar haciéndolo libremente. Esto quizá no suene tan peligroso si no se tiene en cuenta las llamadas sumisiones ínfimas de la vida cotidiana.
Entendemos por sumisión ínfima cualquier situación en la que decimos o hacemos cosas con las que no estamos del todo de acuerdo, para evitar sanciones o conseguir beneficios.
Mientras aceptemos estas pequeñas sumisiones "libremente", nuestras creencias irán cambiando en la dirección marcada por la presión social. Esto constituye el mecanismo más eficaz de reproducción y mantenimiento del orden social establecido.

Ya sabes: "Actúa como piensas o pensarás como actúas".

Autora: Lorena Balderas. Psicóloga y Criminóloga.

Twitter: @lorenabalderasS